El primer día ♡

458 27 6
                                    

"La primera persona en romperme el corazón fue mi madre"

-Almudena Rodriguez

Antes que nada, esta canción es arte pura🛐

CAPÍTULO 1 💔

Dos palabras, trece letras, seis vocales.

Redes sociales.

Es increíble lo que podían llegar a hacer esas dos palabras, como logran juntar a dos personas y hacerlas inseparables. Y no solo en el tema de relaciones, sino también de amistades. Interactuar con gente sin miedo a que te critiquen, abrirte hacia ellos, ni siquiera tienes porque conocer a la persona, porque ellos quieren exactamente lo mismo: no ser juzgados y poder desahogarse.

Increíblemente maravilloso.

Si, tampoco iba a negar que tenía sus contras, tenías que estar alerta y saber con que tipo de gente hablabas, ser cuidadoso y no decir nada de tu vida si no teníais plena confianza. Y cuando me refiero a tener plena confianza es haberos visto la cara por videollamada y conocer todo de esa persona. No es fácil, tienes que sentir tú mismo que puedes confiar en esa persona.

Así es como conocí a Emma, como mi vida se volvió mucho mejor a su lado.

Como gracias a ella, le conocí a él.

Y si, las redes sociales habían traído buenas cosas a mi vida, no podía negarlo, pero también malas. Empecé a desconfiar de la gente, y a saber que las redes sociales pueden llegar a destruirte si tú lo permites. Gente tóxica, que solo querían exprimirte como un limón y chupar todas tus energías, como se hacían pasar por tus amigos por el simple hecho de conseguir lo que querían. Y muchas otras cosas.

Esta era mi historia, y por nada del mundo dejaría que alguien me hiciese cambiar.

Pero, al fin y al cabo creo que eso es exactamente lo que pasó.

Concretamente cinco años atrás, cuando me dijo su nombre a través de una pantalla, en el momento en el que a mi mejor amiga y a su novio se les ocurrió la maravillosa idea de presentarme a su mejor amigo: Max. Un productor, —que aún no era famoso—, que vivía a 345,9 km de mi. Oh si, súper interesante, amigo.

Sé que te está gustando mi historia de amor verdadero, una bonita historia con mi primer amor.

Que acabó en desastre.

Porque por su culpa, ahora tenía depresión, insomnio, estrés y ansiedad. Tomaba antidepresivos, unas pastillas raras para mantenerme fuera de los pensamientos suicidas y, sobretodo, pastillas para vencer el insomnio, —aunque no funcionaban una puta mierda—, lo único que provocaban era que mi yo risueña y feliz despareciera, sustituyéndola por alguien que... simplemente no se parecía a mi, no era yo.

Logré dejar las patillas, mi psiquiatra me dio el visto bueno y decidió que sólo necesitaría las patillas para poder dormir aunque fuesen cuatro horas seguidas. Eso si, me mandó; no, me ordenó que tenía que seguir visitando a mi psicóloga para ver mejoras y seguir con mi vida.

Aunque para ser sinceros, jamás vi un mínimo de progreso en estos tres años, hasta ahora.

Una parte de mi murió cuando él se fue, y no estaba segura de si a él le pasó igual que a mi. Pero, para eso estamos aquí, ¿no? Para averiguarlo y ver si mi vida volvería a ser igual, o mejor, que hace tres años.

La chica del vestido rojo [MY LIFE AFTER HIM] (EN EDICIÓN)Where stories live. Discover now