Cassandra Quinn tenía un plan de tres fases.
Uno, pasar sus exámenes.
Dos, graduarse de Yale con un título en derecho.
Tres, mudarse a Nueva York y trabajar como abogada.
Ese era su plan. Lo tenía todo planeado desde sus 10 años.
Pero eso fue an...
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—Hola, Deano—. Saludé con una sonrisa en mi rostro. Había puesto mi botella de agua y una barra de chocolate en la cinta transportadora cuando Dean decidió hablar.
—¿Sabes lo que hizo?—Dean ignoró mi saludo. Llevaba puesto su habitual delantal de Doose junto con su habitual forma de vestir, un suéter y pantalones.
Fruncí el ceño mientras trataba de descifrar lo que estaba diciendo. —¿Qué quieres decir?
Dean se burló de mí. —¡Ustedes son amigos! ¿Me estás diciendo que realmente no sabes?— Me miró furioso con una mirada dura.
Me estaba cansando un poco de la mierda de Dean. —En primer lugar, no sé de qué estás hablando. Como puedes ver, acabo de regresar de la escuela—. Le indiqué el uniforme escolar que todavía llevaba puesto, junto con la mochila que llevaba. —En segundo lugar, estoy segura de que no merezco que me griten por lo que sea que estés pensando—. Lo miré cuando detuvo sus movimientos en la caja registradora.
—Oh hombre, realmente no te lo dijo, ¿eh?—Dean dejó escapar una risa seca.
—Ok, déjate de tonterías y ve al grano.
Dean me dio una sonrisa falsa mientras decía sus siguientes palabras. —Jess me golpeo.
Podía sentir mi cara congelarse. Odiaba que lo primero que pensara fuera si él estaba bien. —¿Qué pasó?— Esa no era realmente la pregunta que quería hacer, pero no creo que ahora sea el momento adecuado para hacerla.
Aparentemente, Jess estaba en una pelea y Dean había tratado de calmarla. Mala idea de su parte, de verdad. Jess se enojó y trató de golpear a quienquiera que hubiera interrumpido su pelea. Honestamente, con la forma en que Dean me estaba hablando en este momento, creo que se lo merecía.
—¿Dónde esta el?— Pregunté mientras le entregaba a Dean algo de dinero por los artículos.
Me puso los ojos en blanco.—Por supuesto que eso es lo que preguntas.
Dejé escapar un resoplido de molestia hacia él. —¡Oh, Dios mío, Dean! ¡Solo quiero asegurarme de que esté bien!— Le arrebaté el cambio y la comida de sus manos. —¡Estoy bastante segura de que estás bien ya que has sido un idiota!
Dicho esto, salí del mercado. Cerrando la puerta detrás de mí y dejando a Dean muy sorprendido por mi repentino arrebato.
Mientras paseaba por las calles de Stars Hollow buscando a Jess, deseé haber esperado a que Dean respondiera mi pregunta antes de irme. ¿Dónde podría estar? Había revisado todas las tiendas que había en este pequeño pueblo. He comprobado el Gazebo y Miss Patty's. Tengo que reconocérselo al tipo, realmente sabe adónde huir.
Estaba a punto de rendirme y regresar a casa para disfrutar de mi barra de chocolate. Me detuve en seco cuando pasé el puente junto al lago. Bueno, el lago ahora congelado.
