25. Should I Stay or Should I Go.

3.1K 315 16
                                    

↢ 🍒 ↣

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

↢ 🍒 ↣

—¿Dónde diablos está?— Murmuro por lo bajo con enojo.

El restaurante estaba inundado por decir lo menos. Había gente por todas partes y todas las mesas estaban llenas. Luke y yo hicimos todo lo posible para acomodar a todos. Bueno, hice mi mejor esfuerzo.

Luke estaba ocupado con una llamada telefónica detrás del mostrador. Algo sobre su tío o algo así. Gritaba y agitaba las manos como un loco. Decidí dejar que él se encargara de lo que necesitara.

Se suponía que Jess estaría aquí abajo y nos ayudaría, pero no pude encontrarlo por ninguna parte. En momentos como estos desearía tener algún tipo de superpoderes para ayudarme. Este estúpido uniforme escolar no estaba haciendo mi trabajo más fácil.

Lorelai se colocó detrás del mostrador y abrió el frasco de donas. —¿Qué estás haciendo?

—La señorita Patty quería una dona y parecías bastante ocupada, así que le conseguí una—. Ella me dice.

—Gracias—, le agradezco. —¿Te importaría mantener el fuerte aquí mientras subo las escaleras muy rápido?— Ella asiente con la cabeza antes de tomar una taza de café y atender a otros clientes.

Subí corriendo las escaleras y llamé a la puerta del apartamento. —¡Jess!— Llamé cuando no obtuve respuesta. —¡Abre! Sé que estás ahí.

La puerta se abrió para revelar a Jess con una camisa marrón abotonada. —Vaya, ¿no tenemos todos los ojos brillantes y la cola ocupada esta mañana?— Se apoyó en el marco de la puerta con una sonrisa.

Ignoré su comentario. —Tienes que bajar.

—Estoy ocupado— dice mientras regresa a la habitación con los ojos pegados a la televisión.

—¡Estamos abrumados ahí abajo! ¡Luke tiene a alguien hablando por teléfono sobre su tío muerto!

No quita los ojos de la televisión mientras habla. —¿No ves que estoy haciendo algo?

Camino hacia él y lo agarro del brazo. —Te vienes conmigo— Lo empujo frente a mí y bajo las escaleras. Hizo ruidos de protesta cuando lo empujé.

—¡Ella me empujó!— Exclamó a Lorelai una vez que lo empujaron por la cortina.

—¡Demándame!— Respondo mientras salgo detrás de él.

Él pone los ojos en mí. —Podría haberme roto el cuello.

Le entrego una cafetera. —Al menos no es tu brazo, lo necesitamos—. Lo guío detrás del mostrador para atender a algunos clientes.

Me dirijo hacia mi madre y Rory, quienes se sentaron en una mesa. —¿Qué necesitas?— Cada uno me dijo sus respectivas órdenes y yo me fui atrás para decírselo a César.

Cherry | Jess Mariano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora