¡Esta vez, Cai Wenhui está realmente decepcionada con Yu Yao!
Normalmente, ella pensaba que era un chico bien educado, pero ¿cómo podía hacer algo así?
Si no fuera porque es el único hijo de su cuñada, no le habría ayudado tanto.
Ella había tenido la amabilidad de dejarle venir a la escuela, pero él había hecho muchas cosas malas a sus espaldas.
Frente a la ira de Cai Wenhui, Yu Yao también entró en pánico.
—Tía, no es así, es otra persona que me acusa falsamente —dijo apresurado.
—Otros te acusan falsamente, ¿tantos compañeros de clase se han unido para acusarte falsamente? —Cai Wenhui resopló con frialdad—. Date prisa, vuelve y ten una buena reflexión; pedirás perdón a cada uno de tus compañeros por el daño que has hecho.
Cuando Yuyao escuchó eso, inmediatamente se puso triste.
Si se disculpa, ¿cómo podrá seguir en la escuela en el futuro?
Al ver la renuencia de Yuyao, Cai Wenhui añadió:
—Si no quieres, no pasa nada, puedes acompañarme a retirarte de la escuela y volver a tu pueblo
Yu Yao era aún más reacio a retirarse de la escuela y volver a su ciudad natal que a disculparse.
Ir a la escuela en la capital provincial durante este período es muy hermoso; después de graduarse, puede pedirle a su tía que le arregle un trabajo digno. Si regresa al campo, pasará toda su vida trabajando bajo el sol.
Tras el severo sermón de Cai Wenhui, Yu Yao hizo una profunda introspección y se disculpó con todos los alumnos a los que había hecho daño.
Al ver esto, Zhao Xiulan y Wang Manman dieron un suspiro de alivio.
Antes, había confiado en la relación de Cai Wenhui para intimidarlas, pero ahora que no tenía a nadie en quien confiar, ya no había necesidad de temerle.
Después de eso, tuvieron un periodo de tranquilidad y antes de notarlo, era el fin de semana otra vez.
Wang Man Man estaba de buen humor, ya que Zhao Xiulan la había ayudado a salir del problema esta vez. Así que el fin de semana, invitó a todo el dormitorio a cenar para celebrar que se había librado de Yu Yao.
Por supuesto, esto fue una alegría para las demás.
—Eso ... no cenaré contigo, tengo algo que hacer —dijo Luo Fang con la cabeza baja.
—¿Por qué? Compañera Luo, ¿a dónde vas? ¿Qué tienes tanta prisa por hacer? ¿No puedes hacerlo después de la cena? —preguntó Wang Manman con confusión, tomando la mano de Luo Fang—. Es difícil invitarte a comer, pero ¿ni siquiera comes carne? ¿Qué es más importante que comer carne?
—Yo... tengo una cita... —Luo Fang bajó la cabeza con timidez.
La última vez que Xiao Yang la envió de regreso, los dos concertaron una cita para almorzar juntos este fin de semana.
Luo Fang tenía un plan en mente, ya que le invitaron a comer la vez pasada, esta comida va por su cuenta.
Siempre fue reacia a gastar el dinero y los boletos que tenía ahorrados, y ahora los usará para invitar a Xiao Yang a comer.
Cuando Xu Lingling escuchó que Luo Fang había hecho una cita, inmediatamente se acercó con entusiasmo para averiguar los detalles.
—Estudiante Luo, ¿con quién tendrás una cita? ¿Es el tipo que se te acercó la última vez?
