Mirando cómo comía Jiang Ping, aunque Jiang Cheng no tenía hambre, estaba tentado. Especialmente porque temía que su hermano comiera demasiado y tomara su parte, por lo que también se apresuró a comer un poco. No tenía palabras para describir la buena sazón de la comida de su pequeña esposa.
—Segundo tío, ¿te gustaría comer algo también? —Zhao Xiulan vio a los hermanos comer e invitó a Jiang Yu.
Jiang Yu negó y respondió:
—¡No quiero comer, está bien, ustedes coman! Comeré cuando tenga hambre.
Luego de esa repuesta, Zhao Xiulan dejó de intentar persuadirlo. Ella también tenía el estómago lleno en ese momento y no tenía mucho apetito. A diferencia de Jiang Ping y Jiang Cheng, ellos son simplemente grandes amantes de la comida.
El olor atrajo a la persona de la cama de al lado. Al ver a Jiang Cheng y Jiang Ping comer con entusiasmo y ver tantas comidas deliciosas en sus mesas, una mujer de unos cuarenta años se acercó y les preguntó:
—Ustedes comen tan delicioso, todavía tienen muchas patas de pollo, ¿por qué no me vendes algo? ¿Qué tal un yuan por jin?
Zhao Xiulan miró a la señora y pensó que estaba bromeando con ellos. ¿No es exagerado pedir medio jin de patas de pollo por un yuan? ¿Acaso los suministros son ilimitados?
Principalmente, esta mujer parecía pensar que un yuan era mucho dinero y que era una ganga para ellos.
—Lo siento, cuñada, no lo venderé. No tengo suficiente para comer. —Zhao Xiulan respondió con calma.
El rechazo hizo que la señora se sintiera molesta y dijo:
—¿Cómo puede ser que tanto no sea suficiente? No importa si no me lo vendes, veo que tienes muchas otras comidas deliciosas, véndeme un poco de esa corvina amarilla frita y te daré cincuenta centavos por el jin.
Zhao Xiulan quedó sin palabras por la respuesta de la mujer. ¿Cómo puede obligarlos a vender? Si ella no está dispuesta, ¿por qué debe presionarla?
Y si fuera el caso, cincuenta centavos por jin de corvina frita ¿No es esto un aprovechamiento deliberado?
Zhao Xiulan se estaba enfadando un poco, ¿por qué siempre se encontraba con gente extraña cuando salía?
—Cuñada, dije, ya te lo he dicho, no te la venderé aunque me sobre —El tono de Zhao Xiulan se volvió frío.
—¿Por qué eres así? Sólo quiero comprarte algo. No es que te esté pidiendo regalado. Tienes tanto y no estás dispuesta a vendérmelo —argumentó la mujer de forma exasperada.
Zhao Xiulan puso los ojos en blanco, ¿qué clase de persona es ésta? ¿Por qué alguien puede decir algo tan incorrecto, y sentir que tiene razón?
Zhao Xiulan respondió enojada:
—Cuñada, el precio que das es lo mismo que dártelo gratis. ¿Un yuan por un jin de patas de pollo y cincuenta centavos por la corvina?
—¿Cuánto más quieres? Un jin de carne de pollo sólo cuesta un yuan en la casa de abastos, y tus patas de pollo son aún más baratas. Y el pescado sólo cuesta 30 ó 40 céntimosen la casa de abastos, así que si te doy 50 céntimos, aún puedo darte un beneficio de 10 ó 20 céntimos, así que no estoy equivocada, ¿verdad? —la mujer también discutió con Zhao Xiulan.
Zhao Xiulan se sorprendió una vez más por su desvergüenza. ¿Qué clase de persona es ésta? ¿Existe semejante bicho raro bajo el cielo? ¡Hay todo tipo de pájaros en el bosque!
Zhao Xiulan enderezó su rostro y dijo con frialdad:
—Cuñada, lo que dijiste es cierto, pero tienes que agregar un boleto cuando vas a la cooperativa de suministro y comercialización a comprarlo. No es fácil comprarlo en circunstancias normales, ¿verdad? Me costó mucho esfuerzo y dinero comprar estas cosas. Además, me toma tiempo y esfuerzo hacerlas yo misma, ¿verdad? ¿Estos condimentos utilizados no son dinero? Cuando la comida esté cocinada, el peso se reducirá, entonces, ¿cómo se puede calcular esto? Dices que gano dinero sólo por la diferencia de precio con el centro de ventas, pero ¿quién pierde y quién gana?
»De todos modos, no estoy dispuesta a vendértelos. Si quieres comprarlos, ¡busca a otro! Si eres capaz, deberías hablar con el personal del centro de abastecimiento y comercialización y pedirles que te lo vendan todo, pero ¿por qué has venido a mí y me has obligado a vender mis cosas?
Después de ser regañada, la mujer abrió la boca, sabiendo que estaba siendo irrazonable. Pero al ver lo delicioso que comían, no pude evitar sentirse codiciosa.
Cuando Jiang Cheng vio a una persona desvergonzada "intimidando" a su joven esposa, inmediatamente ayudó a protegerla:
—Hermana, no hablemos de si su idea de aprovecharse es correcta o incorrecta, pero también está el problema en tu comportamiento de querer especular. Espero que puedas corregirlo, de lo contrario no me culpes por denunciarte.
La mujer estaba tan asustada que abandonó la idea y se fue enojada.
—Xiulan, no te enojes con este tipo de persona —Jiang Cheng vio a su esposa fruncir el ceño y rápidamente la consoló.
Zhao Xiulan sonrió y dijo:
—No estoy enojada, solo me pregunto cómo hay gente de tan baja calidad.
—Hay muchas personas irracionales a las que les gusta aprovecharse de otros. Simplemente no les prestes atención.
—¡Si lo se!
El grupo viajó en tren durante cuatro o cinco días, pero el viaje no fue muy largo.
Por el camino, comieron y bebieron mientras charlaban entre ellos, así que los cuatro o cinco días pasaron muy rápido y, en un abrir y cerrar de ojos, llegaron a la ciudad de Lu.
En el tren, aparte de que no dormir muy bien y no poder ducharse, el resto del viaje fue bastante aceptable. Cuando estaban a punto de bajarse del autobús, la comida que preparó Zhao Xiulan estaba casi terminada.
Cuando Jiang Ping vio que estaba a punto de bajarse del tren, todavía se sintió un poco reacio a irse y dijo con emoción:
—Anteriormente, sentí que era difícil viajar hasta Lu ¿Por qué ahora siento que el viaje es más corto? ¡Creo que es bastante bueno quedarse en este tren!
—Comiste y bebiste todo el camino para disfrutar del placer! Los momentos felices siempre son cortos, y los dolorosos siempre son largos, así son las cosas. —Jiang Yu dijo en broma.
Jiang Ping lo pensó y sintió que ese era el caso: comió sin parar y tan bien como nunca en su vida. Si pudiera hacer esto todos los días, estaría feliz de permanecer en el tren por el resto de su vida.
El tren finalmente llegó a Lu y se preparaban para bajar.
Zhao Xiulan no pudo evitar sentirse un poco nerviosa. Al pensar en conocer pronto a la familia de Jiang Cheng, se sintió inexplicablemente presionada. No sabía si les agradaría y estarían satisfechos con ella.
De hecho, no le importaban mucho las actitudes de otras personas hacia ella, ni siquiera si ella no les agradaba. Pero iba a pasar toda su vida con Jiang Cheng, por lo que, naturalmente, esperaba ser reconocida por su familia.
Los hombres se encargaron de cargar las bolsas, originalmente ella quería ayudar, pero fue detenida por Jiang Cheng.
—Xiulan, déjame cargar estas cosas, ¡no tienes que trabajar! ¡Estás muy cansada después de viajar en el tren durante tantos días!
Zhao Xiulan estuvo de acuerdo y dejó que Jiang Cheng llevara el equipaje, para que ella pudiera sentirse relajada.
Cuando salieron de la estación de tren, estaba oscuro y hacía viento, y no había nadie fuera. Por suerte, todavía había bicicletas de tres ruedas fuera de la estación de tren, que podían llevarles a casa de la familia Jiang por un yuan.
Alquilaron dos coches, uno para Zhao Xiulan y Jiang Cheng, y otro para Jiang Yu y Jiang Ping.
