Luego de recibir la carne y el pescado, fueron a comprar más vegetales.
Eso es lo malo de la ciudad, a diferencia de lo que ocurre en el campo, donde cada familia cultiva y cosecha sus propias verduras; en la ciudad, hay que ir a la tienda de comestibles, y aunque no es muy caro, cuesta un poco de dinero.
Además, las verduras de la ciudad no son tan frescas como las del campo.
Antes de salir de la ventana en la fila, Zhao Xiulan escuchó a alguien llamándola.
-¡Zhao Xiulan!
Zhao Xiulan sintió que la voz le resultaba un poco familiar y, cuando se dio la vuelta, vio a una mujer con el rostro lleno de vicisitudes caminando hacia ella con una niña en brazos.
No fue nadie más que Li Lijuan quien la llamó, y estaba irreconocible.
Parecía haber envejecido diez años, vestía de forma desaliñada, tenía el pelo revuelto y un aspecto demacrado, y a simple vista estaba claro que lo había pasado mal.
Llevaba un pequeño bebé en brazos, presumiblemente su hija.
Zhao Xiulan recordó lo que le dijo Liu Lanlan, Li Lijuan ya había dado a luz y a termino de su puerperio.
Sin embargo, al ver el estado de Li Lijuan, supo que no había tenido una buena recuperación y que había sufrido mucho.
Si una mujer no tiene a nadie que la atienda durante el puerperio, ni se nutre bien y está cansada, no es raro que termine en un estado como el de Li Lijuan.
Zhao Xiulan había visto a Song Wenbing atacar a Li Lijuan antes, por lo que el tipo de hombre que golpea a una mujer, naturalmente, no es una buena persona, y no es sorprendente que Li Lijuan esté siendo tratado así ahora.
Aunque odiaba mucho a Li Lijuan, ahora que había acabado así, se sentía un poco triste y compasiva.
Mientras miraba a Li Lijuan, esta también la miraba fijamente.
Al ver a Zhao Xiulan vestida con un traje brillante y una apariencia completamente diferente al pasado; blanca, delgada y alta, buena ropa y más llamativa que las mujeres de las grandes ciudades.
Y al mirarse a sí misma, se sintió avergonzada de estar parada frente a ella.
Li Lijuan envidiaba en secreto la buena fortuna de Zhao Xiulan. Si hubiera podido conocer a un hombre como Jiang Cheng, no tendría que sufrir tanto, sin nadie que la atendiera durante su post parto, sin una buena alimentación ni descanso.
Cuando pensó en esto, Li Lijuan dijo en tono agrio:
-Oye, Zhao Xiulan, sólo hace un año que no nos vemos y ya ni siquiera me reconoces, ¿verdad?
»Después de ir a una gran ciudad por unos días, desprecias a las personas de lugares pequeños como nosotros, ¿y ni siquiera quieres saludar a tus conocidos? -Li Lijuan escuchó de Ma Yumei que Zhao Xiulan fue a la capital provincial a estudiar y casi muere de celos.
Cuando Xiulan escuchó las extrañas palabras de Li Lijuan, se sintió desconcertada.
-Li Lijuan, ¿para qué me llamas? -preguntó Zhao Xiulan a la ligera.
-Tienes tantos boletos especiales y boletos militares, ¿por qué no me cambias unos boletos de carne de un jin?
Li Lijuan no tuvo más remedio que intercambiar su boleto con Zhao Xiulan, de lo contrario no querría mirar verla nunca.
Solo tiene un boleto de carne regional con valor de un jin, y le era imposible comprar carne con una cola tan larga.
Al ver que Zhao Xiulan tiene prioridad por sus boletos especiales y militares, decidió hablar con ella.
