¡Si este tipo sigue mordiéndole, tendrá los labios hinchados por la mañana! ¡Todavía tiene que salir a ver a la gente!
Jiang Cheng sentía que no podía tener suficiente de ella. ¡Su cuerpo es suave y muy tentador en sus brazos!
Mientras Jiang Cheng la mordisqueaba, también tuvo algunas reacciones.
Pero aún no se habían casado, así que no pudo traspasar los límites hasta entonces. También sabía que ella no aceptaría dar este último paso con él sin casarse.
Para respetarla, tuvo que contenerse, pero su cuerpo estaba un poco incómodo.
Está ansioso por llegar pronto al día de la boda, para poder hacer lo que quiere hacer.
Después de un tiempo, la dejó ir.
Zhao Xiulan miró a Jiang Cheng con la cara roja.
—¡Tú... tú eres un gamberro! (n/t: 🙄no es como si besara a un maniquí, también hiciste tu parte)
—Xiulan, soy tu compañero, ¡no estoy siendo un gamberro!
—¡Eres un libertino!
—Ah ... Xiulan, ¿vas a demandarme con la policía? —preguntó Jiang Cheng fingiendo estar preocupado cuando la vio así.
—No te demandaré, pero la próxima vez no se te permitirá volver a jugar conmigo —advirtió Zhao Xiulan.
Estaba a punto de ser devorada por Jiang Cheng, pudo haberse limitado a mordisquearla, ¡pero no sabía cómo tomárselo con calma!
Jiang Cheng prometió apresuradamente:
—Está bien, Xiulan, no me comportaré cómo un sinvergüenza contigo nunca más.
Después de un tiempo, serían marido y mujer, así que no sería cuestión de actuar como "gamberro", así que aguantará por el momento.
—Vete a la cama más temprano, deberías estar cansado después de estar sentado en el tren durante tantos días, ¡descansa bien!
—¡Está bien! —Jiang Cheng tenía mucho sueño y estaba cansado en este momento.
«¡Se siente tan bien dormir al lado de mi pequeña novia!», pensó.
Aunque acababa de ser mala con él, seguía preocupándose por él.
Los dos se durmieron después de un rato.
Temprano a la mañana siguiente, Zhao Xiulan se levantó y comenzó a preparar el desayuno.
El desayuno no estuvo mal, preparó unas gachas con verduras y carne magra, y horneó unas tortitas de huevo para acompañar. Además, también preparó un plato de encurtidos salteados, un plato de tiras de patata agridulces y un plato de rábano crujiente que recibió de Zhou Meiling.
Al ver que los labios de Zhao Xiulan estaban rojos e hinchados, Zhou Meiling preguntó:
—Hermana Xiulan, ¿qué le pasa a tu boca? ¿Por qué está tan roja e hinchada?
Zhao Xiulan se tocó los labios y su rostro se puso caliente de inmediato, y luego se apresuró a dar una excusa.
—Bueno, cuñada, anoche comí mucha salsa picante y me levanté así!
—Entonces es así... —dijo Zhou Meiling, asintiendo— Hermana Xiulan, aunque el chile es delicioso, te irritará si comes demasiado. Es mejor que comas menos y tengas cuidado, especialmente cuando estás a punto de casarte. Ten cuidado o te saldrán granos, ¡afectará tu apariencia!
Zhou Meiling se lo recordó sinceramente porque la consideraba una verdadera amiga. Si fuera otra persona, no lo diría, tal vez otros no estarían contentos si lo dijera.
