-Además, Xiulan y tú se acaban de casar. No importa si su abuelo le compra algunos muebles. Puede considerarse como el regalo de bodas de su abuelo y una bendición para ustedes como recién casados -dijo la anciana señora Jiang.
Después de escuchar esto, el Señor Jiang respondió:
-Sí, consideren estos muebles como mi aporte para su nuevo hogar. Ahorren algo de dinero, el futuro es largo e incierto por lo que definitivamente es mejor tener más dinero a mano. Cuando llegue el momento en que el dinero sea especialmente necesario, podrán utilizarlo.
Por supuesto, Zhao Xiulan estaba demasiado avergonzada para aceptar el dinero, ya que todos estos muebles costaron muy caros.
Calculó que costaría entre setecientos u ochocientos yuanes, lo cual era una enorme suma de dinero.
-Abuelo, abuela, aprecio su amabilidad. Jiang Cheng y yo hemos ahorrado algo de dinero. En el futuro, trabajaremos y nuestro salario mensual combinado alcanzará los doscientos yuanes. Estos muebles sólo cuestan unos cientos de yuanes, y no consumen demasiado de nuestros ahorros, por lo que podremos ahorrar muy rápidamente en el futuro, así que no necesitamos que gasten dinero en nosotros -aconsejó Zhao Xiulan.
Jiang Cheng asintió entonces:
-Sí, sí, abuelo y abuela, los dos tenemos realmente suficiente dinero. Además, si en el futuro no tenemos suficiente y lo necesitamos urgentemente, se lo pediremos y podrán ayudarnos ¿verdad?
-Bueno, de todos modos, ustedes dos no deben escatimar en las cosas que necesitan comprar. ¡Si se quedan sin dinero, simplemente pídanlo! -Les advirtió seriamente la Señora Jiang.
-Abuela, no te preocupes, definitivamente no ahorraremos.
-¡Bueno, eso es bueno!
La señora Jiang tomó la mano de Zhao Xiulan y conversó un rato. Cuando Zhang Ma vio que era hora de comer, fue a preparar la comida.
-Xiulan, ¿hay algo que quieras comer? ¡Le pediré a Ma Zhang que te lo cocine! -preguntó la señora Jiang.
-Abuela, no soy exigente con la comida Comeré lo que sea que haga Ma Zhang, como todos los demás.
Es cierto que no es una persona exigente con la comida. Además, ya es muy feliz cuando la gente le prepara comida deliciosa, así que es imposible que sea exigente.
Sin embargo, cuando la señora Jiang le hizo esta pregunta, significaba que tenía en cuenta sus sentimientos y se preocupaba por ella, lo que calentó el corazón de Zhao Xiulan.
Debido a que hoy no había tanta gente en la familia Jiang comiendo junta, la comida que preparó Zhang Ma no fue tan suntuosa como antes, pero no estuvo mal.
Un plato de filetes de pescado hervidos, un plato de albóndigas de arroz glutinoso, una sopa de algas, algunas guarniciones y una olla grande de arroz blanco al vapor.
En los tiempos que corren, el simple hecho de poder comer arroz blanco aromático se considera muy feliz, y mucho menos comer platos de carne.
Cuando llegó la hora de comer, Jiang Ping salió de la habitación y un poco de decepción se reflejó en sus ojos cuando vio la comida en la mesa.
El Señor Jiang rápidamente captó la decepción en sus ojos y preguntó:
-Jiang Ping, ¿qué te pasa? ¿Estos platos no son de tu agrado? ¿No hay nada que te guste comer?
Jiang Ping dijo:
-Abuelo, la comida es bastante buena, pero no es la cocina de mi cuñada, así que creo que es un poco menos sabrosa. -Después de que Jiang Ping terminó de hablar, rápidamente le dijo a Zhang Ma, que estaba a un lado- Zhang Ma, no estoy diciendo que tu cocina no sea buena, tu sabor sigue siendo muy bueno. Es sólo que prefiero comer la comida hecha por las propias manos de mi cuñada, creo que es particularmente deliciosa.
