Zhao Xiulan lo pensó por un momento, medio jin podría no ser suficiente pero si se usa para hacer albóndigas, se puede comer bien. Debido a que las albóndigas no se rellenan únicamente con carne, también podía agregarles algunas verduras. De esta manera, podría cocinar bastante incluso con medio jin.
Como Zhao Xiuzhu quería comerlo, Zhao Xiulan no estaría en desacuerdo.
—Está bien, si quieres comer albóndigas, las prepararé.
Zhao Xiuzhu también dijo:
—Hermana, ¿podemos comer albóndigas fritas en vez de hervidas? Creo que las albóndigas fritas son mucho mejores que las hervidas, son crujientes y sabrosas, y están aún mejor con un poco de vinagre y salsa picante.
No es fácil para la gente del campo comer albóndigas con regularidad. Después de todo, la harina es muy cara, y ya era muy bueno tener una comida de albóndigas con relleno vegetariano. Además, en estos días las albóndigas se hierven directamente, y pocas personas las hacen de carne y, menos aún, fritas.
No es que no les gusten comer albóndigas, es que necesitan aceite para freírlas, y la mayoría de la gente no puede permitirse poner unas gotas de aceite para cocinar, y mucho menos para freírlas.
Después de que Zhao Xiuzhu terminó de preguntar, lo pensó nuevamente.
—Hermana, olvidémoslo, es demasiado extravagante freír albóndigas en aceite, así que vamos a hervirlas.
Aunque quería comer albóndigas fritas, después de pensarlo detenidamente, era reacia a usar el aceite.
Los niños del campo son considerados y saben medirse.
Al ver la actitud sensata de Zhao Xiuzhu, Zhao Xiulan dijo:
—Xiuzhu, no te preocupes por ahorrar aceite, si quieres comer albóndigas fritas, te haré albóndigas fritas. No sera algo de todos los días, solo esta vez.
—Hermana, entonces ...... comamos esto una vez y abstengámonos en el futuro.
Notaron que ya era hora de almorzar y Zhao Xiulan comenzó a ocuparse. Como hay muchas verduras en el huerto de casa, consiguió algunos puerros y repollo, cortó las verduras y la carne en cubos, y los mezcló para preparar el relleno.
La pequeña Xiuzhu ayudo en la preparación, mientras Zhao Xiulan preparaba el relleno, ella se encargaba de envolverlas. Al trabajar juntas, terminaron más rápido e hicieron muchas albóndigas en poco tiempo.
Con medio jin de carne, Zhao Xiulan calculó casi 80 albóndigas. ¡Suficiente para alimentar a la familia!
Además de las albóndigas, preparará un plato de sopa de huevo para todos, de modo que no pasaran hambre en la noche.
Mientras esperaban que se hicieran las albóndigas, Zhao Weiguo y Ma Yumei acababan de regresar del trabajo afuera.
Cuando oyó ruidos de trabajo en la cocina, supo que era su hija la que había vuelto y se acercó a preguntar.
—Xiulan, Xiuzhu, ¿han vuelto?
—Si, papá, regresamos esta mañana.
—Bien, bien, Xiuzhu, ¿te gustó vivir en el condado?
Zhao Xiuzhu asintió rápidamente.
—Sí, papá, la ciudad del condado es mucho mejor que nuestro campo, hay muchas casas grandes y se pueden comprar muchas cosas.
—Así es, de lo contrario, la gente del campo no envidiaría a la gente de la ciudad.
Padre e hija charlaron alegremente por un rato, y al ver a Zhao Xiulan ocupada cocinando, Zhao Weiguo se animó de inmediato.
