Zhao Xiulan también estaba muy indefensa con su apetito, se encogió de hombros y dijo:
—Oye, no puedo evitarlo. Realmente no puedo comer tanto, ¡no estoy tratando de perder peso!
—Xiulan, te envidio mucho. No quedo satisfecha cada vez que como, pero estoy demasiado gorda, así que sólo puedo comer menos —dijo Liu Lanlan, mirando a Zhao Xiulan con envidia.
Zhao Xiulan simpatizaba mucho con el físico de Liu Lanlan, que engordaba tan pronto como comía, pero no había nada que pudiera hacer al respecto.
—Entonces, hoy puedes darte un gusto ocasional, ¡Sólo no comas en exceso todos los días! —dijo Zhao Xiulan, intentando tranquilizarla.
—Jaja, Xiulan, mi intención era invitarte a comer, pero terminé comiéndolo todo yo sola —respondió Liu Lanlan con un asentimiento—. Todavía queda mucho cerdo asado y pollo picante, ¡llévatelo a casa y disfrútalo esta noche!
—No es necesario, Lanlan, puedes llevárselo al capitán y a mi tía. En cuanto a mí, no te preocupes, no me traté mal cuando estuve en la capital de la provincia; comí mucho mejor que cuando estaba en casa.—dijo Zhao Xiulan, negándose apresuradamente.
Al escucharla, Liu Lanlan de repente sintió curiosidad por las cosas que hizo Zhao Xiulan en la capital provincial.
Liu Lanlan nunca ha estado en la capital provincial, y no sabía cómo era, y mucho menos se imaginaba cómo era la vida escolar.
Entonces preguntó sobre la situación específica a Zhao Xiulan.
—Xiulan, ¿cómo es esta capital provincial? ¿Cómo fue tu vida en la escuela? ¡Cuéntame sobre eso!
—Claro, ¡hablemos de ello en el auto cuando termines de comer!
Como respuesta, Liu Lanlan reaccionó rápidamente y empacó los restos de platillos sin comer en su lonchera.
Zhao Xiulan insistió en no aceptarlo y pidió a Liu Lanlan que se lo llevara para poder dar a la familia de Liu una comida extra por la noche.
Cuando subieron al camión, Liu Lanlan fue muy hábil en la conducción, la cuál mejoró mucho desde el año pasado.
Incluso algunos trabajadores del equipo de conducción no son tan buenos como ella.
Liu Lanlan está muy satisfecha con su vida ahora. Cobra todos los meses y, tras unos años más de trabajo, podrá convertirse en una citadina, por lo que podrá comer comida comercial, que es mucho más cómoda que en el campo.
Debido a este buen trabajo, era la envidia de muchas personas del equipo de producción.
Por el camino, Zhao Xiulan habló con Liu Lanlan sobre la capital de la provincia y la escuela, lo cual acrecentó su anhelo por visitarla.
Sin embargo, la posibilidad de ir a la capital provincial era muy escasa, a no ser que tuviera que conducir hasta allí un día, de lo contrario no iría sin motivo.
—Xiulan, realmente te envidio. Eres muy afortunada de estudiar en la capital provincial. No solo has adquirido conocimientos, sino que también has obtenido un título de escuela secundaria técnica. ¡Con este título, podrás encontrar un trabajo mejor y más fácil en el futuro!
Aunque Liu Lanlan envidia a Zhao Xiulan, no hace más que desearle felicidad.
Sabía que era buena con ella y por eso nunca sintió animosidad hacia ella.
—Fue una suerte haber tenido la oportunidad de estudiar —dijo Zhao Xiulan, sonriendo.
Pero Liu Lanlan no estaba de acuerdo:
