Si pudiera, se quedaría hasta el final del verano. Especialmente porque su cuñada cocinaba, era demasiado bueno para ser verdad.
El cerdo frito chisporroteante y la corvina amarillo estaban tan deliciosos. También están las patas de pollo al limón, solo de pensarlo su estómago ruge.
Jiang Cheng sentía que toda la comida deliciosa que había comido en otros lugares en su vida, no era tan deliciosa como lo que había comido aquí.
Jiang Ping sabía muy bien que si volví a Lu, no podrá comer la comida de su cuñada.
Su hermano y su cuñada tenían un lugar separado para vivir después de casarse, la casa que les asignó su departamento de trabajo. De esta manera, sería un inconveniente para él comer si vivía lejos.
Además, ¡la pareja tenía que pasar tiempo junta! No es el tipo de persona que sería tan desagradecida como para ir allí y ser una bombilla.
Jiang Ping pensó en secreto que tenía que apreciar el tiempo de los últimos días.
Debido a que Zhao Xiulan no podía trabajar durante los tres días después de casarse, Ma Yumei prepararía el almuerzo. Aunque la comida no sabía muy bien, bastaba para llenar el estómago, al igual que el tocino y la salchicha, que ya eran deliciosas con solo cocerlas al vapor; o el jamón, que también era muy sabroso cortado en lonchas y cocido al vapor, sin necesidad de freírlo.
Ma Yumei frió algunos platos vegetarianos con más aceite y agua, y el sabor era bastante bueno.
Como la familia Jiang estaba allí, Ma Yumei no se atrevió a escatimar en cada comida. Además, si cocina una buena comida, la familia Jiang estará muy satisfecha, y Zhao Weiguo será más considerado con ella cuando esté feliz.
Por otro lado y más importante, es que ella también puede comer algo bueno. Ma Yumei está demasiado avergonzada de comer estas cosas buenas entre semana, por temor a que Zhao Weiguo diga que es demasiado derrochadora. Después de todo, Zhao Weiguo no es tan obediente con ella como antes, ahora ella tiene que mirarle a la cara y hacerlo todo como él diga.
Ma Yumei acababa de terminar de preparar la mesa cuando de repente sintió una sensación de congestión en el pecho y no pudo evitar sentir náuseas.
Después de que Zhao Weiguo lo vio, preguntó apresuradamente:
-Yumei, ¿qué te pasa? ¿Te sientes mal?
-Así es, me siento un poco incómoda, tengo ganas de vomitar -dijo Ma Yumei mientras se agarraba el pecho y asentía.
Después de que Zhao Weiguo escuchó esto, frunció el ceño y murmuró:
-¿Es porque has trabajado demasiado en los dos últimos días y tu cuerpo está agotado?
-Tal vez, debería estar bien después de un buen descanso más tarde. -Ma Yumei también pensó en esa posibilidad.
-Bueno, trata de descansar de ahora en adelante. Estás muy ocupado estos días y has pensado mucho en el matrimonio de Xiulan -Weiguo asintió.
Zhao Weiguo ha visto la dedicación de Ma Yumei en estos días y sabe reconocerlo, en lugar de darlo por sentado.
Después de escuchar a su esposo, Ma Yumei sintió calor en su corazón. No importa lo que haya dicho o lo cansada que esté, el hecho de que su esposo dijera palabras tan consideradas la hace faliz.
Ma Yumei sonrió y le dijo a Zhao Weiguo:
- Xiulan también es mi hija, el casamiento es un gran acontecimiento, es correcto trabajar un poco más.
-Está bien, Yumei, ya nos ocupamos de todo, así que vuelve y descansa bien.
-¡Ok!
-Date prisa y come, te sentirás mejor cuando estés llena.
