Jiang Cheng es un glotón, pero Zhao Xiulan también está dispuesta a satisfacer su apetito.
-Xiulan, haz lo que gustes, eres buena cocinando, me gusta todo lo que cocines.
-Está bien, entonces me decidiré. -Zhao Xiulan tiene muchas recetas caseras en mente, por lo que puede escoger y hacer algunas.
-¡Xiulan, déjame ayudarte! -Jiang Cheng trató de seguir a Zhao Xiulan a la cocina.
Se sentirá incómodo si ve a su noviecita trabajando mientras él solo se sienta a un lado, ¡un hombre adulto no puede esperar a que otros lo sirvan!
-No es necesario, es suficiente que Xiuzhu me ayude -dijo Zhao Xiulan.
Limpió la carne que sacó del espacio con anticipación y preparó un salteado campesino, en el que la carne se corta en finas lonchas y se saltea con chiles. Es una buena comida para un día caluroso.
También cocinó jamón al vapor, preparó un plato de pescado estofado, cortó huevos y salteó dos platos vegetarianos, por lo que fue una comida muy generosa.
Antes de que la comida estuviera lista, su padre y Ma Yumei regresaron de trabajar afuera.
Cuando vio a Jiangcheng, el rostro de Zhao Weiguo se llenó de sonrisas, como si se sintiera aún más feliz que al ver a Zhao Xiulan.
-Jiangcheng, ¿estás aquí?
Zhao Xiulan vio la reacción de Zhao Weiguo, pensó «¿por qué es como sus abuelos?»
Hoy en día, los miembros de su familia están más entusiasmados con Jiangcheng que ella misma.
Ma Yumei también saludó calurosamente.
Aunque no era su yerno, a ella le gustaba Jiang Cheng desde el fondo de su corazón. Por la simple razón de que era un chico filial.
Antes incluso le trajo regalos como madrastra. ¡Ella no ha recibido un regalo de su yerno Song Wenbing hasta ahora!
Pensándolo de esta manera, no había comparación entre Song Wenbing y Jiang Cheng. Era una pena que él no fuera su yerno, de lo contrario el chico habría sido más filial con ella.
Por supuesto, ahora que tiene algo de autoconocimiento, sabe qué tipo de virtud tiene su propia hija. Es absolutamente imposible que un buen chico como Jiang Cheng se enamore de ella.
-Oye, Jiang Cheng, estás aquí. ¡No te quedes ahí parado, entra y toma asiento!
Jiang Cheng también saludó cortésmente a Zhao Weiguo y Ma Yumei.
-¡Tío Zhao, tía!
-¡Entra y sientate! -Zhao Weiguo también lo saludó y siguió a Jiang Cheng a la casa.
Jiang Cheng vio que tanto Zhao Weiguo como Ma Yumei estaban cansados y sudorosos, por lo que supo que estaban trabajando duro en el equipo de producción. Ahora que hace calor, debe ser incómodo trabajar bajo el sol.
-Tío Zhao, tía, no se molesten en entretenerme, no estoy cansado. Pero ustedes sí, siéntense y descansen.
Zhao Weiguo asintió, sintiendo en su corazón que Jiang Cheng es realmente un buen chico, sensato, educado, considerado y afectuoso.
Con un joven tan confiable, no le preocupa que su hija tenga una mala vida después de casarse.
-Hablando de eso, ustedes, la gente de la ciudad, viven muy cómodos, hacen trabajos decentes, comen alimentos básicos, obtienen salarios y no tienen que estar tan cansados, ¡mientras que nosotros en el campo sólo podemos hacer trabajos duros en el campo! Si Xiulan se casa contigo, vivirá en la ciudad y podrá disfrutar de sus ventajas. No tendrá que hacer el mismo esfuerzo que nosotros -dijo Ma Yumei.
¿Cuántos campesinas envidian poder casarse con un hombre de la ciudad? Es una pena que no todas las chicas de campo tengan tanta suerte.
El hecho de que Zhao Xiulan pudiera casarse con Jiang Cheng era algo que envidiaba todo el equipo de producción.
Sólo su Lijuan era la más desconcertada. Obviamente se había casado con un urbanita, pero había acabado peor que en el campo, y ella, como madre, era incapaz de seguirla.
Hablando de Li Lijuan, Ma Yumei contuvo la respiración, solo podía pensar lo menos posible y fingir que no tenía tal hija.
-De hecho, no importa si es un hombre de la ciudad o del campo, lo principal es que sea una buena persona, tenga aspiraciones y pueda tratar bien a Xiulan, y vivir una buena vida -dijo Zhao Weiguo.
Zhao Weiguo también pensó para sus adentros que Li Lijuan se había casado con un hombre de la ciudad, pero Song Wenbing no era una buena persona y no la trataba bien. La primera vez que lo vi, pensó que era un buen chico. Debió casarse con un hombre del campo.
Al escuchar lo que dijo Zhao Weiguo, Jiang Cheng le aseguró apresuradamente:
-Tío Zhao, no te preocupes, definitivamente trataré bien a Xiulan y nunca la intimidaré.
Naturalmente, Zhao Weiguo podía confiar en Jiang Cheng. Se rió de buena gana y le dijo:
-Jaja, está bien, sé que eres un buen chico y que tratarás bien a Xiulan. ¡No quiero nada más que Xiulan tenga una buena vida!
-¡Sí, tío Zhao, lo recordaré!
De hecho, Jiang Cheng trataría bien a Xiulan sin las instrucciones especiales de Zhao Weiguo. Si no trataba bien a su esposa, se abofetearía a sí mismo.
Cuando Zhao Xiulan escuchó la conversación entre Jiang Cheng y su padre, tuvo un ligero ardor en la nariz.
Inesperadamente, su padre barato, aún podía decir esto y prestar atención a su felicidad. Sería mentira decir que no se conmovió en absoluto.
Pensó en su padre en su vida anterior, que la había tratado tan bien y realmente la atesoraba como a una princesa. Por desgracia, cuando llegó el fin de los tiempos, fue incapaz de proteger a su familia y la abandonaron uno a uno.
Si su padre aún viviera, cómo reaccionaría si la viera casarse.
Jiang Cheng acompañó a Zhao Weiguo y Ma Yumei a conversar en la sala, y habló en detalle sobre los preparativos de la boda en Ciudad de Lu. Al fin y al cabo, se trataba de un asunto matrimonial, así que tenían que hablarlo con sus padres.
Después de escuchar lo que dijo Jiang Cheng, Zhao Weiguo estaba muy satisfecho.
A Jiang Cheng se le asignó una casa y su hija podía vivir con él después de casarse y estar más cómoda.
No es que no sea bueno vivir con los padres y los mayores, sino que después de que dos personas se casan, también necesitan su propio espacio privado. Cuando una familia numerosa se hacina, es inevitable que surjan algunos conflictos.
La familia Jiang dio muchos obsequios de compromiso y todo tipo de arreglos que demostraron que respetaban mucho a su esposa, Zhao Weiguo realmente no pudo encontrar ninguna insatisfacción.
Después de conversar un rato, el almuerzo de Zhao Xiulan estaba listo e invitó a su familia a comer.
Toda la familia estaba muy feliz, Zhao Weiguo y Jiang Cheng bebieron unas copas de vino juntos, y continuaron conversando en la mesa.
Esta vez Jiang Cheng bebió demasiado y su cara se puso roja.
Afortunadamente, no estaba demasiado borracho, este tipo obviamente no podía soportar el alcohol, pero insistió en beber.
Después de la comida, Jiang Cheng sacó los regalos que habían traído Zhao Weiguo y Ma Yumei.
Para Zhao Weiguo, trajo cigarrillos y vino, que son las cosas favoritas de un hombre, y un par de bonitos zapatos de cuero para hombre. Para Ma Yumei, fue un suéter de mujer y un frasco de crema desvanecedora.
Cuando recibió los regalos, Ma Yumei era todo sonrisas, sabiendo que Jiang Cheng era un hijo filial y no había faltado a sus regalos.
-Tío Zhao, tía, descansen primero, ¡iré a visitar la casa de mi segundo abuelo! -dijo Jiang Cheng.
La relación entre el Sr. Jiang y Jiang Cheng era muy cercana. Como joven, está muy preocupado por la situación situación de la familia Jiang despues de no verlos en mucho tiempo y quería ir a visitarlos a toda prisa.
