Jiang Ping estaba realmente asustado, ya estaba agotado hoy, si mañana era como hoy, sentía que moriría de agotamiento.
Jiang Cheng miró a Jiang Ping con disgusto:
—Por supuesto que no es suficiente, necesitamos comprar más cosas para tu cuñada, ¿cómo puede ser suficiente una cantidad tan pequeña? De todos modos, todavía tenemos mucho tiempo; así que, naturalmente, deberíamos recorrer más y echar un vistazo para comprar más cosas buenas.
Jiang Ping sabía que, dado que Jiang Cheng había tomado una decisión, definitivamente no escucharía la persuasión de otras personas.
En este caso, sintió que su hermano tenía algo de razón en lo que decía. Como podía preparar más cosas para su cuñada, era mejor que preparara más.
Sin embargo, cuando pensó que tendría que salir mañana y que podría estar tan cansado como hoy, Jiang Ping discutió débilmente con Jiang Cheng.
—Hermano, puedo acompañarte mañana, pero ¿puedes dejarme descansar bien y darme más tiempo por la mañana? No como hoy, ¡llevo todo el día mareado, estoy muy cansado!
—Eres un chico joven, mucho más joven que yo, estás en la flor de la vida, ¿por qué te mareas por madrugar? —Jiang Cheng le dio a Jiang Ping una mirada despectiva.
—Hermano, soy así, no puedo evitarlo. Por favor déjame dormir un poco más mañana, ¿si?
—No, asi no se comporta un joven socialista. —Jiang Cheng resopló suavemente—: No puedes ser flojo. Continúa levantándote temprano mañana y acompáñame.
Jiang Ping de repente parecía querer llorar.
«Dios mío... Mi hermano abusa de mi cuando regresa».
Jiang Ping comenzó a pensar que debía irse de casa; de lo contrario, sería imposible vivir en esta vida.
...
Por otro lado, Zhao Xiulan regresó de la ciudad para descansar durante dos días y luego fue al condado para encontrar al jefe del condado Shen.
Tuvo la oportunidad de ir a estudiar a la capital de la provincia gracias a él.
Cuando fue allí, llevó consigo algunos regalos; todos ellos inusuales en esta época.
Preparó un bolígrafo Parker, un pañuelo de seda, un frasco de perfume, un frasco de crema para la piel y dos hebillas para el cabello para la esposa del alcalde Shen. Además, prepara dos latas de leche en polvo y algunas frutas en conserva.
Este tipo de regalo sería estupendo para cualquiera.
Cuando llegó al edificio del gobierno, primero fue a ver a Wang Jie, el asistente del alcalde Shen, quien la llevó a la oficina del alcalde.
En este momento, el señor Shen estaba sentado en su oficina mirando los documentos que tenía sobre la mesa.
Cuando vio Zhao Xiulan, dejó los documentos a un lado, sonrió y le dijo:
—¡Camarada Zhao Xiulan, has vuelto!
—Así es, alcalde Shen. Acabo de regresar hace unos días. Vine para verlo, le traje algunos regalos de la capital provincial.
Cuando el magistrado del condado Shen escuchó que Zhao Xiulan quería darle un regalo, rápidamente agitó las manos y dijo:
—Camarada Zhao Xiulan, es demasiado educado, eres demasiado educado, no hay necesidad de que me traigas regalos.
—Alcalde Shen, es solo una muestra de mi aprecio, así que no lo rechace. Hay algunas cosas que gustan a las mujeres de la capital de provincia, así que seguro que le gustarán a su esposa.
