Capítulo 47

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Para cuando le dan el alta a Ana y Asher, tres días después del parto, ya sabemos que Leo tiene treinta y un años, vive a cuatro calles de Ana, tiene moto de color rojo, coche plateado y veranea en un pueblo costero a dos horas de nuestra ciudad. Y él sabe prácticamente lo mismo, o más, de Ana, porque ni uno ni el otro callan ni debajo del agua. A estas alturas, como era de esperar, ambos tienen el teléfono del otro.

Sobre las 16h Yon llega a buscarnos y toca despedirnos de nuestros compañeros de habitación. Al parecer Leo se queda un par de días más, quieren asegurarse de que Aura gana peso adecuadamente, al contrario que Asher, ella nació con bajo peso y por poco no le tocó pasar unos días en la incubadora.

De camino a casa Ana me explica que Aura significa brisa o soplo, y que si lo juntas con el nombre de su hijo, significa algo así como "soplo de felicidad". Yo no puedo hacer otra cosa que poner los ojos en blanco. No puedo creer que fantasee con estar con alguien al que ha conocido literalmente hace dos días, en una habitación de hospital, después de parir, y que es padre soltero. ¿No se le ha complicado ya suficiente la vida? Parece que no...

Le proponemos venir a vivir con nosotros los primeros días, pero Ana se niega, así que la ayudamos a subir las cosas a su piso y nos quedamos un rato con ella. Kuro la saluda frotándose entre sus piernas y maullando hasta que finalmente Ana lo coge en brazos. Yo me acerco con Asher en brazos para que lo olisquee. Media hora después, Kuro se estira a los pies de la cuna, donde descansa Asher, y por su postura no parece que vaya a marcharse de allí en un buen rato.

Cuando por fin llego a casa Bigotes me saluda y me pide mimos, y yo se los doy encantada. Luego me estiro en el sofá, donde planeo pasar lo que queda de tarde hasta la hora de la cena.

Secuelas de tu ausenciaWhere stories live. Discover now