CAPÍTULO XXX - MEIN KÄTZCHEN

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MAX

- Estoy jodido - jadeo mientras me masturbo con las bragas que Emilia dejó en mi auto.

Trabajar junto a ella es un infierno, un infierno porque quiero tocarla, hablar con ella y hacerla reír.

Pero no puedo.

Envidio a todo aquel que está cerca de ella, envidio cada roce, cada mirada que cruzan, envidio que la hagan reír, su risa es una melodía que solo yo quisiera escuchar.

No puedo creer que me esté pasando algo así, yo que siempre disfruté de las mujeres una sola vez, porque después de eso ya no me provocaban nada, pero con ella sucede lo contrario, cada vez que la tengo intento saciarme de ella para no seguir buscándola, pero no puedo, mi hambre de ella solo se incrementa, no solo en el ámbito sexual, la quiero cerca en todo momento, quiero todo de ella por eso me molesta que ella me pida que me aleje.

Al principio creí que era lo mejor, pero no, no puedo mostrarme indiferente ante ella cuando lo único que quiero cuando la veo es abrazarla, oler su cabello, su cuello y su cuerpo entero.

Estoy completamente e irremediablemente jodido. Kätzchen me tiene de los huevos y si siquiera se da cuenta o no le importa.

Reproduzco en mi cabeza la imagen de las fotografías que vi en su computadora mientras acaricio mi polla de arriba abajo, huelo de vez en cuando sus bragas para darle más realismo a mi fantasía, mi pene se hincha cada vez más y el líquido pre seminal se hace presente en la punta, gimo su apodo mientras me imagino sus manos masturbándome.

Por fin después de un rato de acariciarme me vengo sobre mi maldita mano, me maldigo y la maldigo por hacerme esto, nunca me había masturbado tanto en mi vida, siempre había un coño para quitarme la calentura, el problema es que no quiero ningún otro coño, solo el de ella.

Guardo las bragas en la bolsa de mi pantalón después de lavarme las manos y salgo del baño de mi oficina, me acomodo el traje y vuelvo a trabajar junto a ella y mi hermano en su despacho, como si nada, como si no hubiera estado masturbándome pensando en ella para poder concentrarme, pero inmediatamente que la veo mi pene empieza a endurecerse al observarla con su ropa de oficina, no tiene nada de exótico, ella no se sexualiza cómo otras abogadas de la firma, su falda en más larga que el promedio, sus blusas son un poco holgadas, no llevan escote o son ajustadas, sin embargo yo la veo malditamente sexy.

Tiene una belleza única que cualquier hombre puede apreciar, por eso el maldito insecto inglés de Jake está como mosca tras ella.

Continuó trabajando con ellos hasta la hora de la comida, ella se va a comer con June cómo siempre, y Matías y yo nos quedamos para irnos a comer juntos.

- Dame acceso a al expediente de Emilia - le digo a Matt.

- Para qué - inquiere ceñudo.

- Solo quiero saber más de ella - alzo los hombros restándole importancia, él suelta su usual risita.

- No necesitas un acceso -informa- tu al igual que yo puedes acceder al expediente de todos los empleados.

- No es verdad, el expediente que está disponible no está completo.

Junta las cejas y entra al sistema de la firma para corroborar lo que le digo. Abre el archivo y se da cuenta que solo está parte de los resultados de sus evaluaciones en la empresa de outsourcing , su dirección actual la cual aparece en su identificación, el contrato que firmó cuando entró a trabajar y nada más. Faltan muchos papeles.

- Está incompleto - musita.

- Eres un genio - lo digo con sarcasmo.

- Falta su acta de nacimiento, número de seguridad social y mucho más.

- ¿Por qué? - inquiero, eso es bastante raro. - ¿Sabes en dónde estudio Emilia? - quiero saber más sobre ella, de dónde viene, que le gusta, cuando nació, quiero saber hasta su tipo de sangre, si es posible.

- Alguna vez mencionó que venía del sur del país, el pueblo o ciudad se llama San Miguel, estudió en la universidad de su estado- susurra.

- ¿Tiene hermanos? - pregunto mientras busco en Google la universidad y busco el pueblo con ese nombre.

- Me parece que es hija única. - contesta al tiempo que encuentro el lugar de donde viene, el cual vagamente se me hace conocido.

- ¿Isaac no tenía una finca en este lugar? - le muestro la dirección en mi teléfono tratando de recordar.

Mira con detenimiento la dirección y las imágenes.

- Si - afirma - íbamos todos los veranos antes de que nuestros padres se divorciaran por las infidelidades de papá. Cuando se divorciaron vendieron la finca. Y no volvimos por eso no lo recordaba.

- Que raro - apunto.

- Tal vez entregó incompleta la documentación porque no la tiene aquí - ofrece, pero a mi no me convence.

- Cómo sea - le resto importa, aunque en verdad se me hace raro.

Me centro en husmear un poco en su identificación, tiene 22 años, su cumpleaños es el 16 octubre, ya falta poco para ese día, pues estamos a inicios del mes.

- Y por qué tanto interés - farfulla mi hermano sacándome de mis cavilaciones y distrayéndome de mis planes.

- Por nada, simple curiosidad.

- Ajá.

- ¿Que significa ese, ajá?

- Que haré de cuenta que te creo. - hace un mohín.

Solo tuerzo los ojos, no le presto mayor atención y continúo con mis planes.

- Vamos a comer tengo hambre - contesto a cambio.

PUDE HABER SIDO YO [+18] COMPLETA ✓Where stories live. Discover now