EPÍLOGO

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UN AÑO DESPUÉS

EMILIA

Estoy sentada en la silla frente al juez, cruzo las piernas y juego con el Montblanc en mis manos, no porque esté nerviosa con el veredicto, sino que está tardando demasiado y tengo trabajo que hacer, pareciera que los presentes en la sala contienen la respiración cuando el juez empieza a hablar.
Yo continuo con la expresión seria mirando fijamente al juez mientras hacen su introducción.

El  Montblanc continúa en mi mano, pasándolo entre mis dedos.

— El jurado a declarado al acusado culpable, por la violación y feminicidio de Xochitl Cuevas— el juez azota el mazo dando por cerrado el caso.

El lugar estalla en sollozos de alegría por parte de los familiares de la víctima y por improperios de parte del culpable.


Yo solo me limito a escuchar con expresión de hielo.
Guardo el bolígrafo en mi saco y me levanto.

Enzo me palmera el hombro y yo asiento afirmativamente, la madre de la chica empieza a llorar, porque hubo justicia para su hija, el culpable es esposado y empieza a maldecir, amenazándome y ofendiéndome.

Permanezco con mi semblante neutral, empiezo a recoger mis pertenencias mientras la sala se va vaciando.

— Muchas gracias — dice con el rostro lleno de lagrimas la mamá de Xochitl. Asiento en su dirección manteniendo el mismo semblante, curvando un poco los labios para mostrar empatía.

— Solo hago mi trabajo señora. — contesto y me marcho del lugar.

Mis escoltas me esperan en la puerta del juzgado para guiarme a la camioneta blindada que me transporta.  Enzo se marcha en su propio auto.

Los periodistas se aglomeran apuntando con sus cámaras y micrófonos, el caso de Xochitl fue muy famoso a nivel nacional y todos los medios quieren obtener información de primera mano.

A estas alturas del partido ya deberían saber que mi trabajo es defender a las víctimas y no salir a chismosear ante las cámaras cómo se ha llevado su proceso.

Llego a la firma  por la tarde y me sumerjo en el trabajo, aunque acabo de ganar un caso aún tengo diez más en los cuales trabajar para hacer justicia.

La televisión está encendida en un canal de entrevista, es uno  que tiene una sección dedicada a hablar de los casos como el de Xochitl, lamentablemente el país les da mucho material, estoy segura que hablarán del caso de Xochitl, espero que se hable sobre la valentía de su familia para enfrentar al agresor a pesar de las amenazas que recibieron, pero sobre todo quiero que hablen de la inteligencia, astucia y ferocidad de Xochitl para defenderse y , aunque aún así murió, su lucha dejó demasiada evidencia la cual nos ayudó a ganar su caso.

Era una chica que merecía vivir.

Me concentro en mi trabajo mientras el programa da inicio.

— Nene — llama  June asomando la cabeza por la puerta — ¿estás ocupada?

— Siempre lo estoy — respondo en tono plano, e inmediatamente me siento mal, en el último año me he alejado mucho de mis amigos, no recuerdo cuando fue la última vez que salimos, sin duda fue mucho antes del accidente.

— Lo sé, trabajas incluso los domingos — acusa y se sienta en la silla frente a mi escritorio .

— El trabajo nunca se acaba — me excuso, sin embargo no la miro, me concentro en la redacción que estoy haciendo sin dejar de golpear las teclas con mis dedos.

— Sara y yo queremos que  te unas  a nosotras en la cena de esta noche, Matías y Byron estarán también. Será divertido, llevarán algunas revistas para que les ayudemos a elegir los muebles para su nuevo departamento, están muy emocionados porque se van a vivir juntos — explica con una enorme sonrisa y total ilusión.

Quisiera volver a ser capaz de sentir esas emociones, en cambio siento que soy solo el cascarón de la chica que solía ser.

He tenido una metamorfosis completa y no voy a decir que esté orgullosa con el resultado en el aspecto emocional, pero no puedo ser de otra forma.

— No puedo June— me detengo de teclear y la miro a los ojos, la decepción es evidente. Me quito los lentes y me frotó el puente de la nariz — escucha, hoy tengo cosas que hacer, en verdad lo siento pero lo que tengo que hacer es importante.

— Hoy se cumple un año — dice en tono tan bajo como si temiera a ser escuchada. Solo me limito a permanecer con el semblante inescrutable, me vuelvo a colocar los lentes y reanudó mi labor.

Ya no la vuelvo a mirar.

— Lo sé, June — es todo lo que contesto.  Las cenizas en mi pecho se disuelven esparciéndose por todas partes, evitando que mi corazón se vuelva a construir.

Antes de que conteste escucho que en la televisión, dispuesta al lado izquierdo de mi despacho, pronuncian el nombre de Xochitl.

Inmediatamente centro mi atención en ella y subo el volumen del aparato con mi celular.

Dan una breve explicación del caso para poner contexto y espero a que se hable de la grandiosa chica, a la cual un maldito le arrebató la vida.

En cambio no hablan nada de eso.

— A ver, pero alguien le prestó atención a la abogada que llevó el caso de Xochitl — dice uno de los presentadores. 

— Sin duda es una mujer preciosa — aporta alguien más, al tiempo que en  la pantalla empiezan a aparecer fotos mías cuando salía de los  numerosos careos que hubo durante todo el proceso.

En lugar de estar hablando de lo importante del caso están hablando de estupideces.

— Pero ¿Qué pasa con ella?— comenta con sorna otro de los presentadores — no se le va a caer la cara si sonríe un poco. Acaba de ganar un juicio ¡por dios santo! Algo de felicidad no le vendría mal.

— Nene — habla June, tratando de captar mi atención. Levanto una mano para indicarle que se detenga.

— No me mal interpreten, la abogada está de muy buen ver, pero si tan solo dejara de lado esa expresión de piedra que la acompaña siempre, daría un poco menos de miedo.

— Se va a quedar sola — el comentario hace que se rían a carcajadas.

Sus comentarios me hacen apretar los dientes y empuñar las manos.

— Es muy joven para que se muestre tan amargada — añade otra voz.

Ya no continuo viendo los monigotes solo escucho su cacareo.

June se levanta y desconecta la televisión.

PUDE HABER SIDO YO [+18] COMPLETA ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora