PUDE HABER SIDO YO [+18] COMPLETA ✓

CAPÍTULO XL- HISTORIAS Y TEORÍAS

4 MESES DESPUÉS.

EMILIA

No puedo creer que llevamos varios meses en este paraíso y no hemos tenido tiempo de salir a explorarlo ni una sola vez.

Nuestra rutina se ha basado únicamente en trabajar y tratar de sacar a flote el trabajo nosotros solo, aunque a estas alturas nos damos cuenta de que tenemos que pedir refuerzos.
Ya se ha hablado con Enzo al respecto y estamos a la espera de ver a quien nos envía.

-Disfruten de este primer fin de semana libre en meses y diviértanse- exclama Matt cuando se despide y sube al auto cuando le abre la puerta el chofer.

Va a pasar el fin de semana en la ciudad de México, más específicamente con Byron, esos dos están más unidos que nunca a pesar de la distancia, Byron ha venido a visitarnos a Tulum con el pretexto de ajustar detalles con Max, sobre la inauguración de un club que por el proyecto de los Russell han estado posponiendo.

De paso aprovecha para quedarse unos días y dormir con Matt, aunque la mansión tiene aproximadamente diez habitaciones disponibles a parte de las que nosotros estamos ocupando.

En fin, me alegra que mi adorable cuñado por fin se esté dando la oportunidad de amar y que alguien como Byron le corresponda.

-¿Que vamos a hacer? - le pregunto a Max quien está a mi lado. Ambos miramos como el auto se aleja.

La excitación se hace presente en mi vientre ante la.idea de tener la casa sola con Max, parezco adolescente cachonda.

Los rayos de la mañana lo bañan y juro que parece un Dios. No puedo creer que exista tanta perfección y, no puedo creer que ésta perfección me pertenece.

Me mira y sonríe, me echa sobre su hombro y me lleva adentro. Suelto un grito por la sorpresa y después me da una nalgada.

-Shhh, no grites que aún no te la meto.

No puedo aguantarme y una carcajada brota de mi garganta, le doy una nalgada desde mi posición colgando a su espalda.

Nos pasamos toda la mañana haciendo el amor en dónde se nos pega la gana, Max les dio fin de semana libre al personal, así que literalmente estamos solos en la casa y aprovechamos eso para tener sexo donde quisiéramos, en la terraza, la sala, la cocina, las escaleras, aunque fue un poco incómodo, lo hicimos incluso en la cochera sobre un bonito auto clásico y por último no podía faltar el majestuoso jacuzzi al aire libre.

Nuestro pequeño Steven es el único que había podido explorar la casa, él ahora esta siendo cuidado por un niñero de confianza que contrató Max, pues mamá y papá necesitaban un momento a solas.

Después de medio día cuando necesitábamos comer algo sólido y no solo la eyaculación del otro, decidimos vagar por la zona restaurantera.

Comemos en un restaurante cerca del mar.

- Tienes unos labios hermosos, solo fantaseo con besarlos y chuparlos, podría comer eso aquí mismo en lugar del postre- me susurra al oído cuando justamente nos traen el postre.

- Hazlo no te límites - pido mirando también sus exquisitos labios.

- No - contesta - aquí hay mucha gente y tú coño solo puedo verlo tu yo.

Me quedo con la boca abierta asombrada por lo que acaba de decir, siento como las mejillas me arden y él me dedica una sonrisa descarada.

Cuando terminamos empezamos a caminar por la playa, cuando llegamos a Tulum creí que tendría tiempo para hacer esto a menudo, pero a decir verdad no había venido al pueblo para nada, y puedo contar con los dedos de una mano las veces que he pisado la playa privada de la mansión, solo algunas pocas veces que salíamos a caminar con nuestra bendición.