No Te Enamores a Distancia [NTEAD]

Capítulo #6:

Capítulo #6: "Los celos"

Carolina Flores.

Mientras preparaba mi cena hablaba con mi madre, la voz de mi madre cada vez más desesperada por extrañarme, mi padre siempre se pasaba trabajando así que casi pocas veces lo lograba ver.

— Fernan vino ayer a la casa — asentí sin prestarle mucha atención, no me apetecía hablar de él en este momento.

— Ya, ¿y qué tal está?

— Pues se pasó en tu habitación acostado, creo que te echa mucho de menos.

— Eso sería lo normal mamá, es mucho tiempo juntos. Además de que ahora dormir sin él también es muy feo, así que supongo que también debe ser así para él.

— Seguro que si, no te preocupes ya se verán muy pronto — mi madre me sonrío y me dio una mirada de tristeza.

— Si.

— Mi vida voy a dormir, mañana tengo que ir a trabajar, así que tengo que acostarme temprano.

— Está bien mamá, yo ya terminé de hacer mi comida así que voy a ir a cenar.

Colgué la llamada mientras me servía mi plato de mi comida favorita, espagueti.

Subí con el plato a la segunda plata, me acomodé sobre mi cama y puse una película mientras comía. Pero no pasaron ni diez minutos de la película cuando ya había terminado de comer, así que deje la película de lado y llame a mi mejor amigo.

— ¡Hola panda! – lo saludé con mi habitual cariño, había extrañado verlo, su rostro, la calidez y familiaridad.

— Hola mi calva — comencé a reír al escuchar ese apodo tan cómico.

— ¿Cómo estas? ¿El servicio militar te trata mal? Te extraño — mi boca dijo de prisa sin poder evitarlo, lo había extrañado tanto. Su voz suave y dulce.

— Estoy bien.

— ¿Ya comiste? ¿Has visto a tus padres? ¿Te sientes muy solo? Odio que tengas que estar tanto tiempo sin tu familia — resople estresada.

Comenzó a reír y yo ladee la cabeza.

— ¿Qué sucede? — hice puchero.

— Te ves tan hermosa cuando te preocupas por mi, también te extraño.

Sonreí levemente. Cerré mis ojos y recordé la primera vez que lloré entre sus brazos, recordé cuando caminábamos juntos por horas solo porque no quería regresar a casa, cuando me acompañaba a todos lados y se quedaba en el colegio más tiempo con la excusa de no dejarme sola. Recordé todas esas cosas y lloré. Lloré porque lo extrañaba, porque me dolía no estar a su lado, por no poder abrazarlo, ni poder estar con él.

— Hey, no, no llores — abrí mis ojos y lo vi a él, Carlos había sido mi mejor amigo desde que comencé el colegio — Yo se lo que es estar sola y sentirte sola, pero yo estoy aquí. ¿Vale?

Asentí débilmente.

— Además tú no puedes llorar eres muy fuerte — me hizo recordar que se lo había prometido.

— Es cierto — respiré con mucha fuerza, mis dientes chocaron entre ellos.

— ¡Cuéntame! ¿Cómo está la vida en tu nuevo país?

— Bueno, todo es complicado, pero estaré bien. Ya tenga trabajo y bueno me siento bien — mentí porque me dolía la cabeza por los problemas con Fernando. Odio discutir, odio los problemas. Solo quiero que el tiempo pase.