No Te Enamores a Distancia [NTEAD]

CAPÍTULO EXTRA #10:

Capítulo Extra #10: "Verte a solas"

Leonardo González

Mi cabeza desde que todo esto comenzó la he tenido solo en ella. Ahora por su culpa no paro de querer sentir como se corre en mis manos, quiero saborear su entrepierna, quiero sentirla llena de placer.

Desde esa noche que nos vimos fuera de su casa, estoy imaginándola encima de mi, solo logro tener unos pensamientos muy pervertidos. Pero con ella quiero eso y muchísimo.

Ahora estoy haciendo muchos recados que me dieron mis tíos y voy por la vida muy agobiado, tengo unas ganas horribles de verla, ella siempre le da paz a mi vida. Mi vida no es la misma cuando la veo.

Le escribo un mensaje a Carolina.

"Estoy cerca de tu casa, dime que puedes salir para verte"

Si, estoy aquí en la casa, mi hermana y Sergio están en la clínica. Creo que puedo verte un momento pequeño.

"Que no sea tan corto, te necesito"

<Contigo me siento protegido Carolina, eres mi lugar seguro>

Esta bien, lo que necesites.

No se como pude vivir tanto tiempo antes sin conocerla.

Voy hasta al frente de su casa, ando en una moto pequeña, que me prestaron para hacer todos los encargos. La veo venir a travez del cristal, lleva puesto un abrigo rojo y un calentador de color gris. Su cabello esta recogido en un moño alto y sus manos dentro de los bolsillos.

<Tiene frío mi chiquita>

— Buenas — dice ella bajando la mirada, me detalla antes de acercarse — Quiero un beso.

Me pide, ni cuenta me había dado que aún no me he quitado el casco de la moto, por lo tanto ella no me puede besar en los labios. Me comencé a reír antes de quitarlo a toda velocidad.

— Ahora ven aquí — mis manos van hasta su cara, la tomo para obligarla a ponerse a mi altura y besarla en la boca. Sus labios saben dulce, como siempre. Esta chica mía es fanática a comer dulces.

Sus labios son suaves, nada mejor en esta vida que sentir como su lengua y la mía juegan en una guerra de control.

— Te extrañé demasiado preciosa — la vuelvo a besar. Ella esta nerviosa, no me gusta cuando esta así, pero puedo notarlo en toda ella, en la forma de estar de pie, en sus manos frías, en la forma que su mirada no esta en mi — ¿Qué sucede?

— Me da miedo que lleguen Clara y Sergio por ahí — Ella apunta hacia la esquina de la calle, ambos sabemos que es por ahí que debería aparecer.

— Sabes bien que tu hermana no puede salir de la clínica hasta que yo no llegue. Yo soy quien releva su turno.

— Lo sé, igual me da miedo — ella suelta mucho aire intentando calmarse, he descubierto que cuando esta muy nerviosa contiene la respiración y luego respira muy profundamente para calmarse ella misma.

Eso me recuerda a los ataques de ansiedad, controlar tu respiración es una de las formas de intentar controlar esos ataques. ¿Cuántos ataques has sufrido en tu vida pequeña?

Tomo sus manos y ella baja la vista para observar nuestras manos unidas, sonríe y eso me hace feliz.

— Siempre me das paz — dice ella.

— Tu también a mi — por esa razón vine, necesitaba un segundo de tus ojos, necesitaba diez minutos de tus besos, necesitaba de tu calor corporal y esa voz que siempre me hace sentir tranquilidad.