No Te Enamores a Distancia [NTEAD]

Capítulo #30:

Capítulo #30: "Pasaron muchas Cosas"

Carolina Flores

— No tengo un hijo, y jamás he dejado embarazada a nadie — Leo me calma, sus palabras suenan muy ciertas. Pero, ¿por qué mi hermana me mentiría? — A ver, hace unos años, yo salía con otra chica, la única chica con la que ha sido mi novia antes que tu — vale, una perra que tengo que odiar por el resto de mi vida — Ella tenía un problema que yo nunca entendí pero una vez a ella se le retrasó muchísimo tiempo su sangrado, y bueno esa vez si me preocupé. Antes de comprar la prueba de embarazo visité a mi madre y se lo dije, así supongo que alguien más se enteró. 

— Pero... 

— Carolina, yo jamás tuve ningún hijo, y escúchame cuando te digo que con la mujer que yo tenga un hijo jamás me separaría, y si algo así sucediera, ese hijo se vendría conmigo. Sería mi hijo, yo nunca podría dejarlo solo. 

Con sus palabras entendí bien que el nunca lo abandonaría porque él ha sentido que su padre lo abandonó a él. No tiene que decirlo, pero conozco este tipo de sentimientos.

Yo comencé a llorar. 

— Siento mucho haber dudado de ti. 

— Hey, mírame — levanta mi rostro que había ocultado en entre mis manos — Tu no estuviste desconfiando de mi, si lo hubieras hecho, no me habías dicho que si quieres ser mi novia, además me hubieras hecho esta pregunta antes, porque algo me dice que esto no te lo dijeron hoy — yo negué con la cabeza para confirmar sus palabras. 

— Fue hace varios días — sequé mis lagrimas con el dorso de mis manos, antes de mirarlo un poco cabizbaja. 

— Sigue comiendo, por favor — me pidió con todo el cariño que puede tener una persona en momentos así, en realidad, más de lo que yo esperaría que alguien tuviese. De alguna manera yo siento que él comprende algo que yo no.

— ¿Por qué terminaron tu y esa chica? — el bajó la mirada un momento y no me respondió. 

— Pasaron algunas cosas, en otro momento te lo contaré. Ahora quiero besarte — y así lo hizo, me besó, suave, sus labios me dijeron que él no estaba enojado, que el más bien estaba nervioso. 

— ¿Sucede algo? — pregunté separándome de él, bebiendo un trago de Coca Cola. 

— Es que, tengo miedo — admitió al final. 

— ¿Miedo? — no lo entendí — ¿De qué? 

— No quiero que algo de lo que te digan sobre mí, que probablemente sea una mentira, nos afecte a nosotros dos, ahora, somos una pareja, somos novios — entonces entendí su miedo, yo había levantado un muro por algo que me dijeron sin ni siquiera darle el beneficio de la duda. 

Pero en mi defensa quien me lo dijo es la persona en la que más confío. 

Ahí en ese momento entendí una frase de Beret. "Llamamos consejo a cualquier cosa, hasta que me di cuenta que hasta quien te quiere te puede mentir"

— Lo siento muchísimo. Yo debí preguntar, yo debí hablar, a veces me es difícil dejar que alguien note que algo me afecta. 

— Si no eres débil conmigo con quien lo serás. 

<Tienes razón> 

Coloqué mi cabeza sobre su pecho y descansé. Leo acarició mi cabello, y por primera vez en mucho tiempo me sentí protegida en brazos de alguien más. Soy más de abrazarme yo misma cuando me siento triste. 

<Estarás bien aquí> 

(...)

Estamos sentados los tres en la mesa, Clara y Sergio parecen metidos en una serie de medicina que vemos siempre a la hora de cenar, la realidad es que es buenísima, yo que no entiendo mucho de medicina, me tiene bastante enganchada, pero hoy no, hoy estoy muy distraída. Estoy pensando en lo mucho que quiero saber toda la verdad.