No Te Enamores a Distancia [NTEAD]

Capítulo #8:

Capítulo #8: "¿La Decepción es así?"

Leonardo David González.

Desde el comienzo del juego había estado fijándome en ella. Esta vez llevaba su cabello recogido en una coleta muy alta. Odiaba ese moño. Con todas mis fuerzas.

<TU CABELLO SUELTO ES PERFECTO> mis pensamientos eran tan fuertes que aparentemente parecía que lo estaba gritando.

— Mira bien, esa jugada que mala — me dijo mi tío a mi lado, pero yo estaba concentrado en verla a ella.

Cuando pensaba mucho mordía su labio inferior, cuando quería decir algo o si se encontraba confundida jugaba con su lengua y con sus dedos. Había descubierto que tenía mucho que ver en ella, tanto que ya quería conocerlo todo.

No se que le dijeron. Pero comenzó a reírse.

Sus ojos se cierran al sonreír, es demasiado alegre. Se ve tan contenta siempre. Y me daban ganas de ser como ella, de poder ser tan espontáneo.

Lleva puesto unos pantalones  ajustados que cuando se cambió de puesto para quedar frente a mi, mis ojos detallaron sus músculos, sus muslos y su culo. Dios es hermoso, ella en toda la expresión lo es.

Su celular comenzó a vibrar en su mano, jugó con su lengua y mordió la parte interior de su boca e incluso su labio sufrió su frustración, todo hecho en segundos antes de contestar.

— ¡Hola! — se escuchó del otro lado del celular.

— ¿Ya llegaste a casa? — preguntó ella.

— Si cariño.

— Yo aún no, estoy jugando carta en casa de los padres de Sergio. Te aviso a lo que llegue.

— Esta bien — ella hizo el gesto de colgar pero — Oye — él la interrumpió.

— Dime.

— Feliz mesiversario.

— Feliz día, amor.

¿Amor?

Los rumores son ciertos. Tienes pareja.

Todos me lo habían dicho pero ella jamás había dado señales, ella jamás había prestado tanta información de su vida. Quizás, como a mi, no le gustaba eso.

Mis pensamientos cambiaron desde ese momento.

<Ya no voy a volverla a ver así>

Ya no podía hacerlo, yo tenía que respetar mi única regla, la regla de no meterme en las relaciones de los demás.

(...)

Había pasado tres días desde la ultima vez que la vi. Salí de casa temprano para ir a visitar a mi padre. Ahora me encontraba tocando su puerta.

Demoraron en abrirme. Mis ojos fueron de los ojos rojos de mi hermano a mi padre que se encontraba recostado en el sofá.

<Odio venir a este lugar> siempre lo había odiado, por eso desde que me fui de casa con quince años nunca más había vuelto a dormir aquí con ellos. Al menos que sea un caso especial.