Capítulo #16:

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Maratón 4/5

Capítulo #16: "¿Qué estoy dispuesto a hacer?"

Leonardo David González.

Sus ojos comenzaron a cerrarse y la vi quedarse dormida, su teléfono colocado encima de la mesa de noche y ella acostada de lado.

Sus cabello suelto cayendo por su cara una parte y el otro en su espalda, lejos de mi vista. Sus pómulos están rojos, probablemente por el frío, sus labios resecos y su nariz media roja.

<Ojalá estuvieras durmiendo aquí en mis brazos>

La observé dormí durante algunos minutos hasta que me quede dormido yo también.

(...)

Carolina se encuentra frente a mi, subida encima de mi regazo. Sus manos envuelven mi rostro y me besa con ganas, descendiendo por lo cuello, sus manos se pierden entre mis caderas y luego debajo de mi abdomen.

Me acaricia y mis ojos aún puestos en su rostro, que carece de color pálido y le sobra el color rojo. Una de sus manos toma sus senos poniéndolo en mi boca.

Ahí me doy cuenta que ambos carecemos de roja. Su piel es muy pálida y muy suave. Mi lengua juega con su seno, lo acaricia y ella gime cerca de mi oído obligándome a cerrar los ojos.

Siento como mi entrepierna acaricia la suya. Su man envuelve mi miembro y lo lleva hasta la entrada, mis ojos aún cerrados.

Siento como entra dentro suyo, se siente caliente. Mucho.

— Más — pedí en una súplica, porque no se detuviera encima mío.

Abrí mis ojos desesperado, mis labios mojados, mi entrepierna marcada bajo el bóxer y pantalón de dormir.

Fui a tomar mi celular dándome cuenta que ella aún dormía, aunque ahora me está dando la espalda. Su trasero se marca debajo de las sábanas, no ayudando a que mi amigo se relaje.

Cuatro de la mañana y yo ando soñando puras mamadas, casi literalmente.

Sacudí mi cabeza para sacar esos pensamientos calientes. Me puse de pie y me lave la cara con agua fría.

Volví a mi cama para intentar descansar.

<¿Qué hiciste conmigo?> solo te he besado una vez.

¿Cómo me puede tener la cabeza así de mal?

Mis pensamientos en esos lugares tan turbios.

— ¿Qué hiciste conmigo? — la mire a la a través de la pantalla. Quise poder tocar si cuello y apretar su trasero contra mi, tocar su cabello y sentir su olor. Quise hacer tantas cosas sabiendo que no podría.

Mi corazón sigue un poco alterado después de haber andar pensando esas cosas.

Así que me cuesta volverme a dormir, pero lo logro casi una hora después. Habiendo repasado la imagen de ella sin ropa encima de mi varias veces y verla dormir todo ese tiempo. Varias veces se giró frente a mi, con todo el cabello sobre su cara, pero su carita de inocente.

Esa cara que tiene me dice que ella jamás haría lo que yo soñé.

Desperté temprano. Ella aún dormía, cuando lo hice. 

— Leo — gritó mi tío desde su habitación.

— Mande tío — me puse de pie quitándole el micrófono a la llamada para no despertarla.

— Ve a comprar esta lista de cosas a la tienda — asentí y comencé a caminar hacia mi habitación a lavar mis dientes antes de salir de la casa.

Ella sigue dormida. Justo antes de salir colgué la llamada y le mande un mensaje.

No Te Enamores a Distancia [NTEAD]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant