CAPÍTULO EXTRA #11:

666 90 4
                                    

Capítulo Extra #11: "Jugando Fútbol"

Leonardo 

Mis ojos están en ella, lleva puesta una licra deportiva de color negro, con detalles en rosa, se nota que su hermana de seguro se la prestó. Lleva el cabello recogido en una alta coleta, no me gusta, pero se define mucho su rostro y se ve preciosa, como todos los días.

Quiero acercarme, besarla, pero por estarla mirando ahora mismo, estoy recibiendo la mirada agresiva de su hermana mayor. Ya se ganó mi odio y yo no odio a nadie, solo no las soporto, pero jamás los odio. Pero Clara, ella sobrepasó todos mis límites. No quiero verla más nunca en mi vida. Prefería si pudiese alejarme de ella y no tener que volver a ver esa cara hipócrita. 

Cuando se pone de pie, para tomar un toma todo que tiene a su lado con agua, me dedico a ver sus piernas, sus muslos y su gran trasero. Tengo que controlar mis pensamientos antes de que terminen logrando que mi miembro se ponga tan duro como la última vez que la tuve sentada encima de mi. 

— Entra a jugar — me habla mi primo. Levanto la mirada y veo sus ojos, parece cansado, pero no importa, acaba de interrumpir mi cabeza en pensamientos pervertidos. 

Vuelvo al juego, pasamos jugando futbol. Estoy sudado, correr me agita bastante y como es casi imposible en Quito, hace un poco de sol y el día se ve bastante bonito. 

Cada vez que me toca descansar termino viéndola. Ella me esta mirando a mi mientras juego, puedo sentir su mirada, se que también estuvo tomándome fotos, me gusta cuando me presta tanta atención. 

La pelota va hacia mi, comienzo a correr hasta la portería, uno de los integrantes del equipo contrario intenta quitármelo, pero es sencillo cruzar sin que logre su objetivo. Lanzo hacia la portería cuando se que tengo un buen ángulo. 

¡Gol!

Dos de mi equipo golpean mi espalda con una palmada, otros me felicitan, pero mi mirada ya esta buscando la suya. 

Que me esta viendo con una sonrisa. 

Guiño un ojo para ella y se sonroja. 

<Enamorada>

El que verdaderamente esta enamorado soy yo. 

Después de dos horas haciendo lo mismo, ya quiero detenerme, así que tomo asiento en uno de los bancos, lejos de ella, pero con una vista perfecta hacia ella, mis ojos la buscan y varias veces la encuentro, pero deja de mirarme porque muchas personas se dan cuenta. 

— Vamos a ir a tomar una cerveza — dice Sergio tomándose a mi lado — ¿Te apuntas? 

Asentí, no respondí con ninguna palabra, seguía viendo su cabello, que se lo acaba de soltar para rehacer su alta coleta. 

— Bueno, vamos. 

Se pone de pie, pero me quedo ahí durante unos segundos más para no perder ninguno de sus movimientos. Contengo todas mis ganas de ir corriendo a su lado, besarla y abrazarla. Tocar ese cuerpo esculpido, acariciar su piel, volverla a ver sin nada de ropa, mi cabeza vuela en imaginación, pero con ella eso se me hace imposible controlarlo. Además de que lleva esa licra así de ajustada. 

Lo hace a propósito, solo para provocarme, la conozco, le gusta que la este viendo, que no pueda quitar la mirada de encima. 

<No te preocupes no quiero mirar a nadie más>

Cierro mis ojos, contengo la respiración, cuento lento hasta veinte y vuelvo a iniciar para controlarme. 

(...)

Dos horas más tarde, estamos sentados en un pequeño bar, Sergio, el enfermero, otro amigo y yo. 

Sergio es el único que habla, como siempre, es el único que tiene cosas de las que hablar, para ser exactos cosas que quiere presumir frente a todos. 

De pronto escucho su nombre. 

— Carolina, tu sabes lo que ella hizo — levanté mi mirada completamente a él, no dejé que se desviara hacia nadie, solo quiero escuchar lo que tiene que decir acerca de ella — Dejó a su ex pareja, con la que tenía un futuro planeado y de pronto ya estaba contigo. Habían planeado ir se juntos a los Estados Unidos, tenían planeado muchas cosas y lo terminó así de repente, así sin más. 

Mi mirada seguía completamente en él, podría decir que lo estaba imaginando todas las formas de hacerlo callar. 

— Y ya sabes, era un chico de color — se burló — nunca podrás llenar ese vacío. 

Los otros chicos lo toman a chiste y comienzan a reírse. 

Muerdo la parte interior de mi boca, la muerdo con tanta fuerza que me lastimo. La lata de cerveza que tengo en la mano termina rota y cortando mis dedos por la fuerza que estoy haciendo para no pararme de la mesa e irme de aquí. 

<Recuerda, tienes que fingir que no somos nada, todo para verte aquí en este país más tiempo> 

Solo una persona puede hacerme molestar con palabras y tengo que admitir que mi primo tiene ese don. No la menciones en tu boca, no pongas su lindo nombre en ti, puedes ensuciar cualquier cosa que toques. 

— No te das cuenta que al final ella solo quería uno más. 

Así termino su conversación para concentrarse en otro tema igual de ridículo. 

(...) 

No Te Enamores a Distancia [NTEAD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora