No Te Enamores a Distancia [NTEAD]

Capítulo #37:

Capítulo #37: "Seguramente en otra vida te conocí"

Carolina Flores

Estamos los dos caminando hasta mi casa, mi hermana aún no avisa de que va a venir, así que quizás tengamos tiempos solos. Hoy hemos tenido un buen día, el mejor de todos los que hemos podido disfrutar juntos. Se siente bien por una vez, estar solos, por una vez tener tiempo para vernos, caminar de la mano, ver una película, comer nuestras cosas favoritas, escuchar música juntos, no quiero mentir, ha sido de mis días favoritos de mi existencia.

Así que la sonrisa que tengo en la cara probablemente lleva grabada largas horas, pero Leo no se queda atrás, también sonríe, me besa cada dos segundos, me abraza cada dos minutos y me acaricia a cada segundo.

Quiero grabarme este momento en mi cabeza, así que cuando ambos estamos frente a mi casa, en donde mi hermana y mi cuñado no han llegado. Le acaricio el rostro, le beso la mejilla.

Me concentro en ver el color perfecto de sus ojos, que ahora mismo tiene las pupilas dilatadas. Sus mejillas están un poco rojas, su nariz tiene esa perfección, no hay imperfecciones en su rostro, se afeito hoy mismo su rostro por lo que no le crece nada de barba, sus labios tienen ese color rojizo que desde la primera vez que lo vi me ha hecho desear besarlo.

Sus manos están en mi cuello, no me ha soltado, ni por un segundo.

— Sabes que hoy ha sido uno de los mejores días de mi vida — proclama él mientras respira mi cabello.

— También lo ha sido para mi, tengo que admitirlo.

— Quiero repetir.

— No, luego te aburrirás de que esto pase.

— Jamás podría aburrirme de ti, Carolina, jamás.

— ¿Por qué?

— ¿Tu no te has visto? — me obliga a mirarme de arriba a abajo — Ese cabello oscuro tiene el largo perfecto para obsesionar a cualquier hombre, tus mejillas se sonrojan cada vez que estas nerviosa o te da vergüenza algo, tus ojos son verdes, pero no un verde cualquiera sino uno diferente que hipnotiza. Ni hablemos de tu cuerpo — lo veo morderse su labio inferior — ese trasero voluptuoso que haría calentar a cualquier hombre que lo mire, por eso no voy a dejar que nadie lo mire y tus piernas son una belleza.

No puedo decir que el corazón no se me aceleró pero también tenía ganas de quejarme en ese momento.

— Son solo cosas físicas que al final terminan.

— Tienes razón, pero es que si hablamos de las cosas que nunca se acabarán la lista es igual de extensa. Tu inteligencia es envidiable, he visto lo que escribes y puedo decir que enamorarías a cualquier persona solamente con lo que escribes. Por no hablar de tus habilidades para las matemáticas. Eres valiente, tienes una personalidad orgullosa pero aún así humilde y cariñosa. Nunca te he visto tratar a nadie mal, te gusta cuidar de los demás y las cosas malas que una persona te hace la olvidas porque la quieres.

— Bueno, soy yo, pero... — bajé la mirada — gracias.

Mis mejillas se enrojecen porque me da vergüenza que hable así de mi.

— ¿Quieres escuchar algo de mi vida? — asentí, amo cuando me cuenta algo de su vida — ¿Sabes cuál fue el día más feliz de mi vida?

— No, no lo se — lo vi sonreír con esa boca suya que me lleva a la locura.

— Pues el día más perfecto para mi fue un día en el que fui al San Luis — se me acelera el corazón — y una chica chiquitita y preciosa me besó en la boquita.