Capítulo #9:

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Capítulo #9: "Día de las Madres I"

Carolina Flores

Había tenido una semana más de tranquila, pero justo antes de dormir, antes del domingo día de las madres comenzó una discusión que pareció no tener fin.

— Dos hombres besándose dan asco — dijo mi novio arqueando para vomitar.

— No es cierto, aquí lo único que da asco son tus pensamientos machistas y homofóbicos — dije ya molesta.

— Tu sabes que no soy machista, tu padre lo es. Y bueno lo otro, es distinto.

— Pues si lo es, pero no te das cuenta que mi padre fue criado en otra época, pero tú y yo estamos creciendo en la misma y tú aún no comprendes que dos hombres se pueden amar al igual que dos mujeres.

— Sabes que no tengo ningún problema con dos mujeres.

— Hasta te llegaría a excitar, lo sé.

— Pero dos hombres — vuelve a hacer ese gesto que me enoja tanto.

— ¡MENTE CERRADA! — le grite ya con la cabeza a punto de explotar por el enojo — ¿Cuando vas a entender que cada cual puede amar a quien quiera? ¡Qué uno no escoge quien le gusta, a quien ama y a quien desea, lo escoge su cuerpo y su corazón!

— Estupideces. Yo decido a quien darle mi trasero o donde meto mi entrepierna.

Puse los ojos en blanco.

— Ahora lo estás llevando a un plano tan superficial — cerré mis ojos calmando mis pensamientos de enojo — Llévalo a uno más espiritual y entenderás que amor es amor de la forma que se presente.

— Tu eres la única que lo ves así.

— Tu sabes que no.

Él negó con la cabeza.

— Felícita a tu madre, porque voy a llamar a mi madre porque ya casi van a hacer las doce de la noche.

— ¡Listo! — dice el tirado un beso en la pantalla — Más tarde yo la llamo a ella.

— Cuídate.

Colgamos y llame a mi madre uniendo a mi hermana a la llamada.

— ¡FELIZ DÍA! — gritamos las dos a coro. Mi mamá me regaló una sonrisa, y nos tiro besos a la pantalla.

Estuvimos hablando por unas cuantas horas, hasta que me quede dormida con el teléfono en la mano.

— Buenos días Noona — me despertó mi hermana, avisándome del desayuno.

— Sergio, ¿ya felicitaste a Dalia?

— Oh, no, aún no. Más tarde. Recuerden vestirse para irnos a comer con ellos.

— Si — dije, pero algo me hizo pensar mucho. ¿Por qué él no había llamado a su madre? Nosotras dos habíamos estado esperando a que comenzara el día para poder decirle que tuviese un gran día.

<Raros> pensé.

(...)

Al llegar a casa de los padres de Sergio fuimos directo a felicitar a su madre. Dalia llevaba puesto una blusa rosada y unos pantalones elegantes, un poco de maquillaje y se veía mucho más joven cuando debe superar los cincuenta años.

Su cabello que antes mostraba ya la cabellera blanca que logra alcanzar con los años, ahora es completamente negro. Sus ojos están puestos en sus tres hijos que se paran frente a ella para desearle un lindo día.

No Te Enamores a Distancia [NTEAD]Where stories live. Discover now