32.

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Si había una palabra que pudiera describir el aura que rodeaba a los dos en aquella habitación, la más adecuada para el contexto era una: tensión. Luego de que había llevado Uzui de, supuso, la conversación con el otro delincuente el cual ni su nombre había preguntado, se sentó en la cama y ambos habían dejado que el silencio fuera uno con ellos. Zenitsu no se atrevió a decir nada al respecto a pesar de que estaba enojado. Era obvio que Uzui no quería que supiera algo de él que no fuera el hecho de que le gustaba.

Se puso rígido cuando lo sintió acomodarse para dormir. Uzui suspiró y colocó su pecho detrás de su espalda. Aquello dejó que su calor se propagara incluso a través de la ropa que tenía puesta. Le desagradó sentir que se relajaba porque después de tantas noches, Uzui estaba a su lado. ¿Eso a Zenitsu qué debía de importarle? Sacudió unos segundos, de manera suave, la cabeza. En su mente prevalecían las palabras de tanto Hinatsuru como aquel desconocido acerca de la vida de Uzui y de cómo Zenitsu no era el único hombre con el que al parecer sostenía relaciones sexuales.

Maldito.

Respiró hondo. La habitación estaba a oscuras y la respiración de Uzui había notado que era liviana, seguro por la desconfianza al dormir y mantenerse vulnerable. Zenitsu cerró sus ojos con fuerza para conciliar de esa manera el sueño y permitirse abrir los ojos en la mañana, pero no lo logró. Era evidente que con ese malestar atorado en la garganta no podía sentirse bien. Tenía que desquitarse de alguna forma y no lo encontró. No supo qué hacer. Si debería seguir en sus intentos de tener buenos sueños o apartarse para poder aunque sea pelear en silencio.

Quería pelear, pero tenía miedo de la reacción de Uzui. Lo último que quería era que sacara una cadena y lo dejara desnudo en el pasillo para que cualquiera pudiera verlo. Por lo tanto, tendría que escoger las palabras correctas para la ocasión. Era de noche y una palabra en falso, desataría un infierno. Lo mejor, pensó, era en serio no decirle nada, pero odió tanto saberse siendo otro más. ¿Desde hacía cuánto Uzui también se acostaba con hombres? ¿Había sido todo una mentira para qué? ¿Para qué hacerle sentirse de esa forma, como si fuera especial? ¿Para ver si podría acostarse más rápido con él? Tal vez lo único que había querido era que se sintiera anhelado e irremplazable para que se le hiciera más sencilla la tarea de satisfacer sus propios deseos.

Si era así, era un maldito. Aunque claro, ¿Qué podía esperar Zenitsu de un hombre que lo secuestró? Bastante benevolente era en algunas ocasiones como para poder pedir más. Apretó en las sábanas una de sus manos.

Se asustó cuando Uzui le susurró en el oído:

—¿Qué ocurre? No te has dormido.

Los vellos de todo su cuerpo se alzaron de tal forma que sintió una corriente de frío subir y bajar de su organismo. Apretó aún más la mano en la sábana cuando lo sintió acoger su piel y pegar sus cuerpos lo máximo posible. Su corazón comenzó a bombear con más rapidez de la normal. Zenitsu buscó cómo ahogar esas extrañas sensaciones que albergaba su cuerpo. .̴̟̪̝͆͆͠o̴̡͖͓͌͝ɹ̴̫̝̟̚̚͝ɐ̵̘̝̞͝͠͝ʅ̵͎͓̓̿͋͜ɔ̵͔̟͍̐̒͘ o̸͇̟͆̽̐ʅ̵̡̦̀̿̕ɹ̵̡͓͙̚͘ǝ̴͎͖̪̓̽̐ǘ̴͎̞͐̚͜ǝ̵͕̠͖̀̾͝ʇ̵̢̻͓̀̐ ɐ̴͇͇͛͌͜͠ᴉ̸͎͉̻̗͑̓͛q̵̢͙̪̔̔ǝ̴̢͖̔͜͝p̵̢̪̫̀͛̈́ ʎ̸͙̻͙̀̓͆ ǝ̸̢͉͛͋̚ʇ̴͇̠͖͆̓ǝ̸̡̞̝̾͌̈́n̸̡̙͖͛͘̕ƃ̴̦͖̘̈́͋͝ń̵̟͙̟̕͠ɾ̸̫̠̿̈́͒ u̵̫̙̻͌͛͋n̴͚̠̪̓̾͠ ɐ̸̡͚͚̈́̐̓ɹ̵̡͎͓͆͐̈́Ǝ̵͍̞͎̽̀͋

Zenitsu volvió a sentir un dolor de cabeza extraño cuando pensó en algo en específico, pero lo ignoró.

—No es nada —contestó con simpleza.

—No te creo —soltó en murmullos—. Estás tenso. ¿Qué te dijeron hoy?

Se volteó con cuidado y habló, de manera pausada y preocupada.

Uzui [UzuZen]Onde histórias criam vida. Descubra agora