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—Entonces, ¿Qué crees que tenga?

Aquel rubio meneó su cabeza y dejó que el manojo de cabellos bailaran con su risa. Ahí, sentado en uno de los sillones, ese proclamado psicólogo sólo dijo algunas cosas.

—Parece ser que lo has jodido lo suficiente, Uzui.

—Ve directo al grano, Douma. ¿Qué tiene? —zanjó.

El susodicho alzó la mirada al techo.

—Por lo visto, tiene un comportamiento neurotípico conmigo a diferencia de lo hablado en la llamada. Según mis años de profesión y su edad, no parece ser que Zenitsu cumpla con los criterios para ser diagnosticado con esquizofrenia; puesto que no comentó síntomas positivos como lo son las alucinaciones ni síntomas negativos como lo son la falta de habilidad social y otros, a pesar de entrar en el rango de edad promedio para este trastorno. Tampoco se puede relacionar a la demencia por la cantidad de tiempo en la que me comentaste los síntomas, siendo estos del día anterior.

—¿Será bipolar?

Douma se rió con burla.

—Aunque se crea que la bipolaridad son cambios de humores extremos en poco tiempo, en realidad se presentan dos situaciones que tienen lapsos. Zenitsu tendría que haber estado algún tiempo con mucha euforia y jubilo. Debe haber creído ser invencible y seguro haber gastado grandes cantidades de dinero innecesario en lugares como tiendas o casinos. Después, Zenitsu tendría que haber pasado una temporada con tristeza, sin ganas de hacer nada y con poco interés en la vida. Estos dos polos tienen que ir y venir. Así que tampoco cumple con los criterios.

—¿... Entonces? —gruñó.

—Um, me suena en realidad, con lo poco visto, que simplemente tuvo un momento de mucho estrés y no supo cómo responder ante eso. Sigmund Freud propuso un mecanismo de defensa llamado regresión. Sospecho, recuerda mis palabras, que pudo haber tomado un comportamiento infantil para protegerse. Seguro que de niño era normal, pero no de adulto. Conmigo se comportó normal. No tocó el peluche ni usó un tono más agudo ni suave. Parecía un adulto funcional que sabía cómo son las cosas. Cuando mencioné tu nombre algunas veces parecía asustarse y agarraba con rapidez el peluche. Zenitsu no está loco, no todavía. Lo hace para protegerse, supongo. Evité ver su rostro magullado, los temblores de sus manos y como, de manera casual, tenía ropa que cubría todos sus dedos y cuello. ¿Fuiste muy fuerte?

Uzui se quedó en silencio.

—En parte. No lo había tratado así durante meses.

—Eres un animal, no lo dudo.

—Tsk.

El rubio dejó de mirarlo y se enfocó en los papeles.

—Tienes que observar otros comportamientos. ¿Qué es lo que te ha dicho hasta ahora además del peluche?

Se orinó en la cama según me dijo esta mañana. También me dijo, antes de venir, que le gustaría ir a una feria. Me dice... papi —soltó con desagrado— y habla como si fuera el peluche.

—Sí lo parece. Justo toma esas acciones contigo. En realidad me gustaría tener otra sesión con el chico. Siento que, obviamente, no ha sido del todo sincero conmigo.

Sintió su corazón apretándose.

—Más te vale que no le des ideas estúpidas, Douma.

—Oye, no me gusta ese tono y menos que lo digas tan campante en mi oficina. Sólo quiero conocerlo y saber las barbaridades que has hecho con él. Cuando son personas como él, no puedo ayudarlas a mejorar su calidad de vida, principalmente porque tú no quieres eso, ¿Verdad?

Uzui [UzuZen]Where stories live. Discover now