31.

504 71 11
                                    

—¿Y eso? —preguntó. Uzui había llegado con algunas bolsas de ropa a la habitación.

—Saldrás hoy, sin mi.

El rubio se quedó en silencio antes de levantarse con cuidado. Le dolió el cuerpo entero por los golpes que le había propinado a su piel y los hematomas que decoraban cada zona visible para Zenitsu mismo. Con lentitud se dirigió a su lado, no conforme con saber que saldría solo esa tarde.

—¿Por? —cuestionó para pronto pasar saliva. Le dio temor saber que Uzui pudo estar todavía enojado con él—. ¿Hice algo malo? ¿Estás enojado c-conmigo? Sabes que no quiero escapar, Uzui.

Los ojos granate de Uzui se enfocaron en Zenitsu y sonrió antes de decir.

—No, lindo. Ayer te perdoné, ¿No lo recuerdas? ¿Por qué estaría enojado contigo?

Soltó aire con alivio. Aunque claro, era bastante evidente que había una razón detrás por la cual Uzui deseaba que saliera sin su presencia. Supo bien que si fuera por Uzui, Zenitsu no podría salir nunca de su campo de visión a menos que fuera algo importante. Su cuerpo le dejó saber que estaba incómodo con la idea de alejarse del hombre porque no sabría lo que tendría que hacer. Así que no lo hostigó con preguntas que seguro no tendrían respuesta hasta después de algunos minutos.

Aceptó con un poco de duda la ropa que le tendió.

—Ponte eso —le dijo Uzui.

Zenitsu optó por hacerle caso. Si Uzui no estaba enojado con él, entonces no había problema. Se vistió en silencio, rápido. Cuando se levantó para que el otro lo viera, fue que este pareció estar aún más contento. Acarició su rostro con una de sus manos y paseó con delicadeza el pulgar por su pómulo. Zenitsu cerró sus ojos y sintió su corazón apretarse en su pecho cuando recibió un corto beso con tintes románticos por lo suave que fue.

—Te ves bien. Seguro que esa persona querrá ir donde ti.

Abrió sus ojos y observó el rostro de Uzui. Este sonrió otra vez.

—Y yo lo sabré.

—¿Es para...? —se quedó callado porque supo a quien se refirió. A quien le había hecho esa marca. No pensó que seguiría con eso en su mente, aunque, iluso él, supo que si apenas ayer se lo recalcó, ¿Por qué lo olvidaría tan pronto?

—Sí, quiero ver si es capaz de acercarse de nuevo a ti.

Dudó.

—¿Y... si es también un mafioso? —preguntó sólo para descartarse a sí mismo la idea. Le sonó estúpido saber que tendría que caer en cuenta que ese lugar sólo estaba infestado de esos delincuentes—. ¿Y si es más poderoso que nadie aquí? Digo, sería una mala idea.

Uzui dejó de sonreír.

—No sé la respuesta a eso. Sólo necesito saber quién es el que te ha puesto la mano encima y decidiré al respecto cuando lo sepa. Nada más.

Mantuvo la boca cerrada luego de que terminó de hablar. Hacer muchas preguntas no le llevaría a otra cosa que no fuera otro castigo que por el momento no deseaba. Cuando el hombre finalizó con arreglarle su cabello fue que se alejó para verlo por completo. Esbozó una gran sonrisa y dio algunos aplausos al aire para hablar de nuevo.

—Tú saldrás y... la pasarás tan bien como lo hubieses hecho antes de conocerme. Quiero que seas feliz y conozcas gente nueva —informó como si fuera su padre. Le vio sentarse con elegancia en uno de los sillones y sacar un cigarrillo, de esos que le dejaban la boca con olor a basurero—. Habla con mujeres, con hombres..., pero eh, no dejes que te toquen, porque yo lo sabré. Así hasta que sepas que ésa persona ha venido a verte.

Uzui [UzuZen]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora