MIDNIGHT RAIN-Paulo Dybala ✓

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Miré una última vez la puerta de mi casa y fruncí el ceño, la única que se había despedido de mi había sido Aylen pero no podía ni acompañarme al aeropuerto porque tenía que irse a la facultad.

Así que acá estaba yo, yendo al aeropuerto con mi ex novio y toda su familia.

—¿Para cuándo pasaste tu concierto en Italia? —preguntó Lautaro mordisqueando una factura cuando entré al auto.

—No sé, todavía no puse una fecha —admití y me encogí de hombros—. Supongo que mi manager se va a encargar de eso después.

—¿Por qué tenés que irte a Italia? De este boludo lo entiendo porque trabaja allá, ¿Pero vos por qué? —se quejó Dolores y Paulo hizo una mueca de disgusto por cómo su sobrina se expresó sobre él.

—Porque solo vine de vacaciones por una semanita a Buenos Aires, además tengo que grabar el vídeo de Style y debo un concierto—expliqué de la forma más tranquila posible.

Estábamos todos divididos, Paulo estaba conduciendo y al lado de él iba Alicia que hablaban de su próxima visita, por otro lado, atrás estábamos Lautaro, Dolo y yo debatiendo.

—Paulito podría salir en el vídeo clip —propuso Alicia y sentí que me ahogaría con mi saliva cuando Lautaro me miró burlón, odiaba a ese pendejo.

—No creo que sea bueno, sería bastante polémico y podría causarnos problemas con nuestras respectivas parejas... —murmuré intentando excusarme.

—Yo creo que sería fantástico, Paulo y vos tendrían más publicidad, además pasarían más tiempo juntos.

Vi que el rubio tomaba un largo sorbo de agua y deseaba tener la tranquilidad que él estaba manejando en ese momento, yo parecía ser la única alterada por la idea y ciertamente, lo era.

—Bueno, creo que lo podríamos intentar.

El resto del camino se basó en Solo preguntándome cómo era mi relación con Tom y cómo me trataba, en Lautaro peleando con Paulo y en Alicia intentando apaciguar las cosas entre ambos. Se estaban comportando como dos nenes chiquitos y yo por otro lado, estaba bastante contenta de escuchar las locuras que la pequeña Dybala tenía para contarme.

—Oriana no me cae tan bien —confesó una vez que bajamos del auto y nos alejamos del resto de la familia.

Me sorprendió bastante a decir verdad, no pensé que Oriana tuviera algún tipo de problema con nadie de la familia en realidad. A simple vista parecía tan adorable y buena que dudaba de que a alguien pudiera caerle mal.

Ella parecía un ángel.

—¿Por qué?

—No sé, es rara. Me hace acordar a Hailey.

Fruncí el ceño, que yo recordara no tenía a ninguna amiga o conocida llamada Hailey.

—¿Hailey?

—Hailey Bieber —aclaró y me confundió aún más—. Es como si vos fueras Selena, mi tío Justin y ella Hailey. Es rara porque está como loca con vos, dice ser tu fan pero yo más bien creo que está obsesionada.

Me causó gracia la comparación que acababa de hacer la chica, Selena y yo éramos demasiado cercanas y la consideraba mi mejor amiga, sabía toda la verdad que estaba detrás de esa enorme polémica y aunque prefería intervenir y decir un par de cosas, ella nunca me había dejado hacerlo.

—¿Por qué fumas? —preguntó de la nada y me dejó en blanco—. Ví las cajas de cigarrillos en tu bolso cuando me pediste tu teléfono, y también ví otras cosas...¿Por qué fumas?