MIDNIGHT RAIN-Paulo Dybala ✓

20

—¡Buen día mi amor! —saludé contenta mientras cerraba el horno. No escuché ninguna respuesta así que fruncí el ceño y chequé que la llamada siguiera en curso—, ¿Pau?, ¿Estás ahí?

—Nicole, perdón pero ya tengo que cortar —habló rápido y no me dió tiempo ni de cuestionar nada—. Me llama el entrenador, ¡Te amo!

Cortó la llamada y revisé que el bizcochuelo estuviera listo, no me puse a pensar mucho en la actitud que Paulo había tomado al teléfono. Estos últimos días se le habían complicado bastante, su partido se acercaba, también tenía encima la fiesta de los campeones que se haría en el monumental cuando vuelva a Argentina.

Lo entendía, yo también estaba bastante estresada y es que en dos días era el gran concierto.

—¿Cuál es la canción que vamos a cantar juntas? —preguntó Sel y la miré horrorizada—. Es broma, estabas distraída así que no sabía cómo llamar tu atención.

—Jamás vuelvas a hacer eso —advertí—. Siento que estoy muriendo, nunca en mi vida había estado tan nerviosa por un concierto.

—Le vas a declarar tu amor al amor de tu vida, no es algo que vayas a hacer todos los días —respondió obvia y se acercó a abrazarme por los hombros—. Ese bizcocho se ve esponjoso.

—¡Está perfecto! —sonreí emocionada—. Estoy segura de que a los chicos les va a gusta mucho.

Mis amigos e invitados habían llegado ayer, estábamos preparándonos para el gran día y realmente agradecía que estuvieran para acompañarme. Hace años que no me sentía tan emocionada por algo y qué mejor que compartirlo con las personas a las que más amo.

Selena se había quedado conmigo en mi hotel mientras que los demás se habían dividido así que no nos veíamos tan seguido, desde que mi mejor amiga había llegado se podría decir que controlábamos bastante la ansiedad pre-show.

—Creo que con esta reunión harás que el mundo entero quede dado vuelta —avisó subiéndose a mi auto y reí nerviosa.

—Esperemos que no —troné mis dedos antes de darle arranque a mi vehículo—. Seamos positivas.

—¿Desde cuándo eres positiva? —alzó una ceja divertida y me encogí de hombros—. Creí que eso era lo mío. Yo la amiga positiva y tú la drogadicta hippie —bromeó y solté una carcajada.

—Ahora colecciono otro tipo de flores —le seguí la corriente y seguimos riendo.

—Estás sobria —afirmó y asentí—. ¿Debo agradecerle a este chico Dybala por lograr cumplir el milagro que vengo intentando hacer realidad por años?

—Posiblemente.

—En serio voy a agradecerle, no porque hayas dejado de consumir —comentó ahora seria—. Sino más bien porque te volví a ver sonreír después de tanto tiempo, luces contenta y estás emocionada por cantar. Eso no ocurría hace mucho, hace mucho no te enamorabas.

—No te pongas sentimental, Sel —reí divertida pero ella solo sonreía con orgullo—. Vas a hacerme llorar.

—Oh no, eso sí que no. Me demoré bastante tiempo maquillandote.

—¡Un gatito! —señalé cuando en el medio de la ruta ví al pequeño felino.

—No te vas a robar otro gato, Nicole —advirtió y sonreí con inocencia—. Sigue conduciendo.

Selena a veces era muy mandona o yo muy infantil.

Seguí conduciendo hasta el estadio, tendríamos prueba de sonido así que lo más seguro era que todos ya estaban ahí. Nosotras siempre llegábamos tarde a todos lados asi que nadie se sorprendería.

—Tarde —decretó Matt a penas nos vió llegar—. Hay café en la mesa, cojan uno y vayan con los otros.

—Sí papá —me burlé de buen humor y lo ví sonreír.

Las dos fuimos rápido a la habitación donde nuestros compañeros nos esperaban y el primero en recibirnos fue Harry, sus brazos nos envolvieron de golpe y no pudimos ni reaccionar porque cuando nos dimos cuenta, ya éramos un sanguchito abrazado.

—¡Hola! —saludó emocionado y nosotras también lo saludamos de la misma forma.

Escuché un pequeño gritito y cuando me di media vuelta, Olivia estaba parada como una adolescente loca a punto de colapsar. Corrió a abrazarme y reí envolviendola en mis brazos.

—¡No puedo creer que esto esté ocurriendo! —gritó desenfrenada—. Quiero agradecerte por la enorme oportunidad que me estás dando, en serio.

—Es un placer conocerte, Liv —sonreí con ternura—. Y no hace falta que me agradezcas, no es la gran cosa. En todo caso yo debería agradecerte por aceptar mi invitación.

—¡Voy a ser tu telonera! Ha sido mi más grande sueño desde...bueno, ¡Desde siempre!

—Nicki —la voz dulce de Louis llamó mi atención y corrí a abrazarlo al mismo tiempo que le tiraba miraditas cómplices a Selena, quien hablaba con Harry.

—¡Lou! Es un gran gusto volverte a ver, ¿Y los chicos dónde están?

—Liam en el baño, Niall está viniendo y Zayn...no sé dónde está Zayn.

Mi directioner interna estaba gritando de emoción aunque hacia mi mayor esfuerzo por no demostrarlo, tras muchos años rogando, había logrado conseguir mi objetivo en el concierto más grande de mi vida.

Había conseguido la reunión que espere por algo así de como...diez años.

—En serio les debo una muy grande —sonreí conmocionada y Olivia gritó lo que yo había estado ocultando.

—¡¿ES UNA REUNIÓN DE ONE DIRECTION Y YO ESTOY PRESENTE?! —tapé mis oídos y Harry hizo una mueca de disgusto—. Es el mejor día de mi vida.

También el de la mía.

—Nicki trajo bizcochos —comentó Selena para sacarnos del incómodo silencio que se había formado.

—Oh, yo quiero —pidió Louis y Harry se acercó rápido a mi.

—Quiero ver los vestuarios, me lo prometiste —murmuró y asentí.

Agarré la mano de mi amigo y lo guíe hasta mi camerino, todo estaba perfectamente acomodado para el gran día que cada vez estaba más cerca de alcanzarnos.

—¿Cuál vas a usar para cantar love story? —cuestionó curioso y señalé una bolsa negra con las letras L.S pegadas en grande. Harry sin pensarlo bajó el cierre y pegó un leve grito de emoción—, ¡ES LA COSA MÁS BRILLANTE QUE VI EN MI VIDA!, ¡LO AMO!

—Callate boludo —lo reté y me miró mal—. Esta va a ser mi fiesta de quince.

—¿Qué es una fiesta de quince?

—Mis dulces dieciséis.

—Oh, ¿Y estás nerviosa?

—Si todo sale acorde el plan, mi vida va a cambiar en muy poco tiempo —suspiré y lo miré fijo—. Obvio que estoy nerviosa.

—Que bueno, porque también estoy nervioso.