43

2.1K 206 31
                                    

—Perdoname.

La ví rogar de rodillas y, extrañamente, no me causaba nada. Ni una pizca de lástima, ni una pizca de amor, ni odio, ni rencor.

—No te perdono —respondí tranquila.

Las lágrimas caían por sus mejillas, pero me daba igual.

—¿Qué?

—Que no te perdono. Vos me pediste perdón, y yo elegí no perdonarte.

Silvina me miró impresionada, tal vez pensó que seguía siendo la chica que rogaba por un poco de amor de su mamá. Un amor que debería ser recibido sin siquiera pedirlo, y por fin comprendí que el apego emocional no te da amor, te lo arrebata.

—¡Pero soy tu mamá!

—Yo soy tu hija, y mirá lo que me hiciste.

Me di media vuelta y salí de aquella habitación, Paulo estaba sentado con inquietud pero al verme, su cara se iluminó y se levantó de inmediato para abrazarme.

—¿Y?, ¿cómo te fue? —preguntó.

No pude hacer más que sonreír, solo eso, sonreí. Sonreí porque la nena chiquita dentro de mi estaba llena de amor, amor que yo misma le había dado. Sonreí porque la Nicole de ocho años que lloraba cuando su mamá se tenía que ir a algún cumpleaños o cena con amigos y la dejaba sola, ahora estaba sonriendo.

Sonreí porque sabía que si la Nicole de seis años pudiera verme ahora, estaría orgullosa de la persona en la que logró convertirse. Porque a pesar de que me llevó tiempo, terminé por volverme todo lo que había soñado ser desde chiquita.

Porque tenía un hombre que me amaba a mi lado y al que yo amaba con todo mi ser, una carrera que había aprendido a perdonar y amar, una familia que me amaba y apoyaba finalmente. Y un final feliz como el de las películas de princesas que tanto veía de chiquita.

—¿Y? Amor, ¿La perdonaste? —volvió a preguntar Paulo.

Entonces lo miré.

—No, pero me perdoné a mí.

No dijo nada, no necesitaba hacerlo. Solo me dedicó una de sus sonrisas y me regaló un abrazo tan cálido como un rayo de sol en primavera.

—Entonces se terminó.

—Entonces sobrevivimos a la gran guerra —le guiñé un ojo y él rió.

—¡Cena familiar para festejarlo!

Sin que yo pudiese mencionar alguna palabra, me arrastró hasta el auto y condujo a casa. Ahí ya estaban Martina, Fran, Maca, Mateo, mi papá, Matt y Leandro.

Me pareció extraño, sin embargo no dije nada porque conocía a Paulo y su espontaneidad. Tampoco dije nada porque me sentía feliz, y mi familia junta me hacían sentir paz.

Tal vez no toda biológica, pero qué mierda me importaba la sangre.

—¡Hoy sale reputation! —recordé.

—Ah no, yo no te puedo creer que te hayas olvidado el estreno de tu propio disco —dijo Martina en tono de burla.

Intenté justificarme pero no pude, no porque no tuviera argumentos, sino porque ella tenía razón. Estaba emocionada por el estreno de mi nuevo disco, porque eso conllevaba mi vuelta a la música.

Había vuelto a encontrar paz en mis púas de guitarra, había vuelto a escribir canciones felices o de amor. Había logrado mejorar mi relación con la música y comprender que no había sido mi perdición, sino mi rescate.

—Bueno, yo quiero decir unas palabras —anunció Paulo—. Ahora que Nicki está bien, estuve pensando en todo lo que tuvimos que pasar estos años para estar hoy acá y así de bien. En lo orgulloso que estoy de todo lo que creciste y todo lo que pudiste superar sola, o con nuestra ayuda.

Asentí, ni siquiera habría logrado la mitad de todo lo que logré en este último tiempo sin su apoyo.

—Me volví a enamorar cuando te encontré en tu peor momento, y sé que no te quiero volver a perder ahora que estás en el mejor de ellos —sonrió—. Nos equivocamos muchísimo pero acá estamos, amándonos. Y si después de todo eso seguimos juntos, ¿No es porque estábamos destinados a estarlo? Sos el amor de mi vida, Nicole. Y si más allá de la vida hay algo, estoy seguro de que te buscaría aunque me borrasen la memoria porque vos ya sos una parte de mi, sos lo que soy. Me pasaría la vida buscándote, pero tuve la suerte de encontrarte antes de tener que hacerlo, me pasé la mitad de mi vida amándote, y la otra mitad buscándote sin siquiera saberlo. Solo sé que quiero pasar lo que siga de ella con vos, porque fuiste vos desde el primer momento en el que te choqué con mi bicicleta y te conocí, supe que esa nena iba a ser para siempre el amor de mi vida.

Sentí esa familiar sensación que alguna vez había sentido, pero esta vez era diferente. Mis latidos incrementaban cada vez que una palabra nueva salía de sus labios, al igual que las lágrimas que se iban acumulando en mis ojos y nublaban mi vista.

—Te amo desde que tengo catorce años, y sé que esta vez no te voy a dejar ir sea cual sea tu respuesta porque nos estaría condenando a los dos. No respiro cuando no estás cerca mío, es como estar encerrado con miles de personas sin que ninguna de ellas hable porque solo el sonido de tu voz es el que me interesa, me aterra la idea de verte mal y te amo incluso más de lo que alguna vez pude llegar a amarme a mi mismo —caminó hacia mi, con los ojos igual de empañados que los míos—. Nicole Agüero, ya te hice esta pregunta una vez pero sabrás que lo que menos hago es darme por vencido —cuando se puso de rodillas, lo supe—, ¿Te querés casar conmigo?

Ahora había comprendido que la lluvia de medianoche podía aliviar el alma y relajar hasta a la persona más dura en una noche de insomnio, que el sol siempre volvía a salir a pesar de que todo esté nublado y que iluminaría todo después de una oscura noche.

Que no éramos el sol y la lluvia de medianoche, que aquellos eran sentimientos de tristeza y felicidad. Ahora los dos brillábamos juntos, ahora ya no había lugar para la lluvia de media noche.

Ahora todo era dorado.

—Sí —como pude, respondí—. Obvio que me quiero casar con vos, Dybala.

Escuché festejos que se hicieron lejanos cuando él me abrazó y sus labios se encimaron con los míos, ya estaba lista para tener ese final feliz por el cual había estado luchando tanto y el que siempre había estado a mi alcance.

Cuando me separé de Paulo, ví detrás de él la pantalla que anunciaba el lanzamiento de reputation.

Un nuevo disco se había lanzado, y una nueva Nicole había nacido.

————————————————————
Y así damos por terminado un fanfic más, midnight rain fue lo que no estuve actualizando últimamente, y sí, había sido porque el final estaba cerca y solo lo quería seguir postergando.

Quiero agradecer a todas las personas que llegaron hasta acá, y solo esperar que disfruten este final feliz tanto como yo lo hice al escribirlo (con canciones tristes de fondo, por cierto)

Con amor, Abril.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Aug 17, 2023 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

MIDNIGHT RAIN-Paulo Dybala ✓Where stories live. Discover now