CAPITULO 29

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Chen Ranzhu dijo en su conciencia que realmente estaba demasiado cómodo en el mundo del juego, libre y fácil cada día, con gente que le cuidaba y acompañaba, y podía pasear por todas partes, lo que le hacía demasiado feliz.

Sin embargo, cuando pensó en el monarca divino, su anhelo se desbordó como un torrente, ahogándolo instantáneamente hasta la asfixia y dejándolo apático.

Se revolvió ansiosamente y por decimoctava vez miró en el espejo de luz que no podía atravesar, ¡¿qué demonios estaba haciendo el rey divino y por qué nunca estaba allí?!

......

Qiankundu

"Madre". Han Yuchen se inclinó respetuosamente ante su madre, la antigua emperatriz divina Chu Ruyun, antes de sentarse levantando el dobladillo. Sentada frente a él había una hermosa mujer, de mirada fría y rostro despampanante, ni la mitad de blanda de lo que hubiera sido incluso frente a su propio hijo.

Los dos permanecían sentados, indiferentes el uno al otro, sin decir palabra.

"¿Qué pasa contigo y Yan Huaiqing?" Al final, fue Chu Ruyun la primera en abrir la boca, mirando a su hijo, que ya era un leve desconocido, y preguntó con voz fría.

De hecho, a diferencia de lo que había pensado Chen Youde, desde que Chu Ruyun se había ido a Xue Yuanyuan, rara vez había vuelto, ni siquiera para el Festival de Qing Yuan.

NT: Xue Yuanyuan significa abismo de nieve.

Demasiado tiempo y demasiadas experiencias tumultuosas habían provocado inevitablemente una grieta irreparable entre ella y su hijo. Había momentos en los que ella simplemente no podía encontrar de qué hablar con él cuando se enfrentaba a este rostro familiar y desconocido.

Esta vez, sin embargo, su hijo había ido a invitarla él mismo, y con todos esos rumores, ella preguntó al respecto.

"El amor se ha terminado, y todo vuelve al silencio". Han Yuchen pronunció finalmente esas palabras, y en ese momento pareció haber perdido algo, pero se relajó.

Chu Ruyun realmente no esperaba recibir tal respuesta, como madre era naturalmente consciente de los sentimientos de Han Yuchen por Yan Huaiqing, y aunque no pensara mucho en ello, no podía decir nada. Porque ella sabe, los sentimientos de este tipo de cosas son siempre fascinantes y fuertes, ha estado atrapada también ella, incluso las personas más fuertes difícilmente pueden salir.

Ella siempre había pensado que esta relación duraría mucho tiempo y no terminaría hasta que Yan Huaiqing se convirtiera en esposo, pero nunca esperó esto.

"¿Por qué?"

El aliento circundante de Han Yuchen se suavizó instantáneamente, y la frialdad en las esquinas de sus ojos y cejas eran como el primer derretimiento de la nieve de primavera. Sólo desde que esa persona se había marchado sabía lo que era echarle de menos. Sin él a su lado, era como si le faltara la mitad de su corazón y de su alma, y todo su ser estuviera aturdido, incapaz de hacer nada con energía.

"Porque conocí a Chen Ranzhu".

Cuando ese nombre salió de la punta de su lengua, fue como si hubiera comido miel, incluso su corazón estaba dulce. Se preguntó qué estaría haciendo ahora en casa, si le estaría echando de menos tanto como él.

Chu Ruoyun realmente se congeló, su fría cara ni siquiera podía ocultar su asombro.

El nombre de Chen Ranzhu le resultaba familiar, había oído rumores sobre él y su hijo muchas veces antes, pero después de preguntar no le dio importancia. No era una persona importante, ya que no llevaba mucho tiempo, ¿cómo podía compararse con la posición de Yan Huaiqing en el corazón de su hijo?

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