JUEGO DE AMOR DEL TIRANO

CAPITULO 48

"Está bien, si no funciona, vete y no te preocupes por mí". Yu Birei sacudió ligeramente la cabeza, con los ojos llenos de gratitud y tristeza desesperada.

Chen Ranzhu vio que estaba metido en el drama y no se molestó en pincharlo, la prioridad ahora era cómo sacarlo.

"¿Tienes alguna forma de abrir las cadenas?". Preguntó secamente.

Yu Birei frunció el ceño y puso cara de recuerdo por un momento antes de decir con dificultad: "La cadena está hecha de hierro sulfuroso de estrella mágica y es muy difícil desmontarla violentamente. Pero Wang Hui tiene allí una llave que puede abrir la cadena...."

"¿Dónde está colocada?" Los ojos de Chen Ranzhu se iluminaron.

"La lleva consigo".

¡La lleva con él! Se quedó sin habla, sería demasiado difícil robarlo.

Viendo su dificultad, Yu Birei bajó la cabeza algo abatido, como si su última esperanza se hubiera esfumado.

Chen Ranzhu apretó los dientes, aún no había visto a Wang Hui, así que era demasiado pronto para saberlo. Pero puedes observar, si hay un avance, tal vez puedas conseguirlo.

"No te rindas, cuando nos encontremos con Wang Hui, echaré un vistazo más de cerca, tal vez pueda robar la llave". Dijo de manera apaciguadora

"¿En serio?" Los ojos de Yu Birei se iluminaron y una luz de esperanza floreció. Sin embargo, pronto esta luz se apagó de nuevo, convirtiéndose en preocupación y miedo.

"Este hombre Wang Hui es despiadado y muy poderoso, si te atrapa, tú..."

"No, no puedo dejar que corras ese riesgo. Vete, soy un hombre medio muerto de todos modos, déjame valerme por mí mismo aquí". Agachó la cabeza lentamente, con un deje de resignada impotencia.

Chen Ranzhu miró al futuro Emperador Demonio, que estaba cubierto de un aura "lamentable, débil e indefenso", y sintió un poco de dolor de muelas. Fue una pena que no se atreviera a sacar una piedra flashback para anotar esta escena, de lo contrario se la habría enseñado más tarde, y seguro que la cara del Señor Emperador Demonio habría sido colorida y maravillosa.

"No me iré, podré encontrar la manera de salvarte. Pero, ¿puedes decirme tu nombre primero? Aún no sé tu nombre, así que no puedo llamarte hola todos los días".

Yu Birei miró a Chen Ranzhu que tenía una cara sencilla y se quedó atrás para correr un riesgo como este, riéndose en su corazón de su ingenuidad e infantilismo, tan fácilmente engañado que ni siquiera sentía una sensación de logro. Sus ojos se oscurecieron y esbozó una pequeña sonrisa para ocultar su burla interior.

"Me llamo Yu Birei".

    ......

Según lo que dijo Yu Birei, Wang Hui no estaba aquí todos los días, volvía quizá una vez cada diez días o medio mes para ver cómo estaba. Y cada vez que volvía, lo torturaba más allá de su forma humana y hacía que la gente lo odiara.

"¿Cómo llegaste a ser capturado por él?" Chen Ranzhu preguntó.

La mirada de Yu Birei parpadeó mientras recordaba el mal pasado. Tenia buenas calificaciones y era inteligente, pero su nacimiento era demasiado bajo, por lo que solo puede ingresar a la escuela a través del trabajo duro.    

Por aquel entonces, era demasiado avispado y no sabia como ocultarse. Aunque era querido por su maestro, también era envidiado por sus hermanos mayores.

Sentía los celos de sus hermanos y hermanas. Durante un viaje de entrenamiento, conoció a Wang Hui, un viejo daoísta que pudo escapar con él cuando fue herido en secreto por sus hermanos mayores y así cayó en manos de Wang Hui.