JUEGO DE AMOR DEL TIRANO

CAPITULO 84

Chen Ranzhu le dio una palmada y luchó por incorporarse. No había olvidado lo que había visto antes sobre el cuerpo magullado de Yu Birei y estaba ansioso por comprobar sus heridas.

"No te muevas, déjame sostenerte un rato".

Pero los brazos de Yu Birei lo sujetaban, como si temiera que volviera a desaparecer, y la fuerza era tanta que parecía querer integrarlo en su cuerpo.

Chen Ranzhu sintió su estado de ánimo e inmediatamente dejó de forcejear, pero aún así dijo con determinación inquebrantable: "Estás herido, tengo que echar un vistazo".

Yu Birei dio un respingo, le pellizcó la cintura y le dio la vuelta, sus ojos miraron con avidez su rostro antes de decir con una suave sonrisa: "Cómo es posible, ahora soy un Emperador Demonio, nadie puede hacerme daño".

Chen Ranzhu frunció los labios, ¡mentiroso! Agarró violentamente el cuello de Yu Birei y le arrancó la ropa con un gesto fuerte y muy violento, pero para su sorpresa, había una zona desnuda y lisa, ni un solo moretón.

Alargó la mano y lo tocó, estupefacto, y efectivamente no había ningún moretón.

"¿Sigues contento con lo que ves?" Dijo Yu Birei con una sonrisa, sólo que lo que implicaban esas palabras era un pequeño rubor.

Chen Ranzhu no tenía miedo de sus burlas, no sólo no se sentía mejor al ver esta escena, sino que su corazón se agrió. Este tonto, ¿sabe cómo enamorarse? Ya que ha hecho tanto por él, debería mostrarle sus heridas y dejarle sentir el dolor, en lugar de no decir nada y tragarse todo el dolor solo porque tiene miedo de preocuparse.

"¡No estás satisfecho! ¡¿Crees que no sé lo mal que te hirieron para ir a buscar la flor del más allá?!"

Yu Birei entrecerró ligeramente los ojos, ¿cómo sabía lo de la Flor de la Vida Pasada?

Chen Ranzhu pellizcó su apuesto rostro y tiró de él con saña hacia los lados, viéndole convertido en un feo desastre antes de rechinar los dientes y sentirse un poco más aliviado en su corazón.

"¡Siempre he estado a tu lado!"

Yu Birei le miró sorprendido, ¿hablaba en serio?

Chen Ranzhu asintió, afirmando sus pensamientos, no pensara que no sabía nada.

Yu Birei, sin embargo, le agarró la mano de inmediato y le preguntó con voz temblorosa: "¿De verdad has estado... observando todo este tiempo?"

"Sí, ya he dicho que siempre he estado a tu lado, así que la próxima vez que vuelvas a hacerte daño asegúrate de hacérmelo saber en lugar de ocultarlo". Chen Ranzhu le miró fijamente.

"Bien..."

Chen Ranzhu le miró fijamente, con los ojos ávidamente pegados a su cara sin poder siquiera parpadear. Apretó firmemente su mano contra la cara de Yu Birei, sintiendo la temperatura ligeramente fría y los ángulos atractivos, una temperatura y un tacto que no podía sentir en absoluto cuando estaba en su estado de alma.

"En aquel momento sólo podía verte, pero no podía tocarte. Estaba claro que estabas delante de mí, pero parecía que estabas lejos".

"Lo siento."

Yu Birei cubrió su mano con el dorso de la suya, sus ojos bajos ocultaban la culpa y el remordimiento.

Chen Ranzhu sonrió, guiñó un ojo irónicamente, y dijo: "Pero no es eso lo siento, así que...¿has descubierto cómo compensarme?"

No quería que Yu Birei cargara siempre con su muerte a cuestas y simplemente pensó en una forma de desviar su atención.

"Lo he pensado".