JUEGO DE AMOR DEL TIRANO

CAPITULO 79

Cuanto más avanzaba, más cálida se volvía la temperatura a su alrededor, y la escena que le rodeaba pasó de unas pocas volutas de llamas dispersas a un mar de fuego de varios metros de altura, y supo que iba por buen camino.

Como humano corriente, a Chen Ranzhu le daba mucho miedo el fuego, pero por el bien de Yu Birei, se adentró en el mar de fuego sin vacilar. Esperaba enfrentarse a lenguas de fuego feroces y calientes, pero no esperaba que las llamas de varios metros de altura fueran como algas en retirada cuando se encontraran con él, dejando un camino abierto.

Chen Ranzhu rió por lo bajo, y la luz del fuego se reflejó en su rostro sonriente, con un aspecto brillante y luminoso.

Este es claramente un hombre que no puede esperar a que lo encuentre, ¿cómo puede ser tan encantador y lindo?

Pisó el suelo carbonizado y siguió un camino que había sido tallado a la luz del fuego, sus ojos brillaban como estrellas mientras avanzaba. Las lenguas de fuego no hacían más que desvanecerse, las chispas de las explosiones ardientes intentaban salir tiránicamente pero sólo aterrizaban impotentes a su lado, los lamentos de las criaturas vivas entre las llamas se desvanecían, y el pensamiento de las personas que estaba a punto de conocer no trajo ningún temor a su corazón.

Finalmente, cuando Chen Ranzhu llegó al final del camino, vio una enorme criatura demoníaca con dos cuernos puntiagudos en la cabeza, cabeza de dragón y cuerpo de tigre y cola de serpiente, de más de diez metros de altura y ardiendo en llamas por todo el cuerpo.

De pie frente a él, Chen Ranzhu se sintió tan pequeño como una hormiga y tuvo que inclinar la cabeza hacia arriba para verlo. Se sintió cansado al cabo de un rato y le dolía el cuello, así que simplemente se elevó en el aire y flotó justo delante del demonio, donde pudo ver claramente su diminuta figura a través de los enormes ojos como campanas de cobre.

"¿Qué pasa?" La criatura escupió una bocanada de llamas, con la voz como un trueno, y movió las patas un par de veces, haciendo temblar el suelo mientras su cola azotaba el suelo, lanzando innumerables chispas.

"¿Cómo has llegado a ser así?" Chen Ranzhu lo miró sin palabras mientras se hacía parecer a una bestia, aunque podía ser reconocido por lo que se había convertido, todavía prefería la forma humana, la forma de bestia era demasiado para el.

"¿Me reconoces?" Yu Birei se acercó para mirar al pequeño individuo con forma de insecto volador, y por la familiaridad de sus palabras pareció conocerle. Obviamente no recordaba su nombre, pero no pudo evitar querer acercarse a él.

"Claro que te reconozco, no creas que puedes engañarme sólo porque te has vuelto así". Chen Ranzhu puso los ojos en blanco, reconocería a este tipo aunque se convirtiera en polvo.

"Pero no te reconozco..." Yu Birei no había terminado la frase cuando vio que el pequeño se abalanzaba sobre él como una bala de cañón, dándole dos bofetadas en la cabeza. Este tipo de acción ofensiva razonablemente hablando debería haber estado lanzando furiosamente un fuego para quemarlo hasta reducirlo a cenizas, pero viendo la irritada apariencia del pequeño, no sólo no podía ponerle las manos encima, sino que además...tenía un poco de debilidad.

"¿Vas a darle la vuelta a esto? ¿Cómo te atreves a decir que no me reconoces?" Chen Ranzhu estaba tan enfadado que se agarró las grandes orejas triangulares y rugió.

Los grandes ojos de Yu Birei seguían girando hacia arriba en diagonal, echando un vistazo a la apariencia de Chen Ranzhu mientras seguía hurgando en sus confusos recuerdos.

Pronto su mente volvió a una figura verde, obviamente pequeña y lo bastante débil como para ser aplastada por un dedo, pero que mágicamente se interponía en su camino y luchaba por él a través de innumerables dificultades. Fotograma a fotograma las imágenes volaron y vio imágenes de él mismo luchando con el villano, riendo, luchando codo con codo...En cada una podía ver claramente el corazón brillante y tranquilo incluso cuando no sonreía.