19| NOA

1.4K 64 15
                                    


Hola! He vuelto por aquí también después de unas semanas un poco caóticas y complicadas. Os vuelvo a dejar doble actualización de esta historia, así que si te sale esta primero, vuelve un capítulo atrás para leerlo bien jeje. 

Espero que os esté gustando la historia. Muchos besos a toooooodxs! 

¡Os he echado mucho de menos! Os quiero!

Mar.

. . . 

Miré a Andrew de reojo con una sonrisa tímida. Estaba avergonzada de la tontería que había soltado sin pensar, no tenía ni idea de por qué había dicho eso, pero era la primera vez que alguien contestaba a mi estúpida frase y no me vino a la mente nada más lógico. Por suerte le había hecho gracia y no se burló de mí.

Eso era algo que nunca habría podido hacer con Ryan, sentirme así de cómoda y relajada como para abrirme sin sentirme mal o juzgada. Ryan sí juzgaba y sí se burlaba.

No me podía creer que hubiera averiguado dónde vivía, eso lo cambiaba todo.

¿Cómo lo había sabido?

«Me perteneces.»

No podía quitarme las palabras que había susurrado en mi oído y cada vez que las pensaba mis ojos se humedecían, por suerte, no parecía que Andrew hubiera llegado a notarlo.

Sabía que Andrew quería saber qué estaba pasando, pero no podía contárselo. Era mi mayor secreto y lo último que quería era que me mirara diferente o que pensara mal de mí.

Lo miré de reojo, iba sin la camiseta puesta, era la primera vez que lo veía así y estaba para comérselo. Un nuevo tipo de nervios surgía cada vez que lo miraba por el rabillo del ojo. Tenía un pack de 6 perfecto en s estómago y me imaginé pasando mi lengua en cada uno de ellos.

¿Por qué estaba siquiera pensando en eso?

Me giré hacia la televisión totalmente ruborizada ante ese pensamiento. ¿Qué hacía pensando en eso?

—¿Todo bien cariño? —me preguntó esta vez con los ojos brillando de diversión.

¡Mierda! Me había pillado babeando por él, pero no podía evitarlo, se le marcaba también la uve en la cintura así que estaba al borde del desmayo. Una sonrisa de suficiencia apareció lentamente en sus labios.

—Ajá —musité no muy convencida tragando saliva.

Él se rio entre dientes. Al final no había estado tan mal que la calefacción se hubiera estropeado.

¡Joder! Así una no puede concentrarse en la película.

Tampoco podía dejar de pensar en su mirada intensa de antes, cuando me ha arrastrado hacia él y me ha mirado los labios fijamente. ¿Estaba pensando en besarme? ¿Y si lo hubiera hecho? ¿Lo habría detenido? Ni de coña, puede que solo fuera mi amigo,, pero no iba a negar un beso suyo si pensaba dármelo. Podía imaginarme a qué sabían sus labios, probablemente estarían salados de tantas palomitas.

De repente Andrew me miró de nuevo, pude ver intensidad, deseo, en sus ojos. ¿Pero cuándo me había girado de nuevo hacia él? Tenía que empezar a concentrarme en la película.

Andrew añadió vino en mi copa y me la entregó. Se sentó más cerca de mí rozándome, con el bol de palomitas en sus piernas, y pasó un brazo por detrás de mis hombros apoyándose en el sofá. ¿Por qué hacía eso? Me ruboricé sin poder evitarlo. A Andrew no le iban las novias ni las citas y esto empezaba a parecerse mucho a una.

No me llames amor  (Serie «Solo tú I»)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora