No me llames amor (Serie «Solo tú I»)

27| NOA

Muchas gracias @CoffeeAndBeer por votar mi capítulo!! Este te lo dedico a ti, espero que te guste también :) un besito! <3

***

Andrew me cogió de la mano entrelazando nuestros dedos. Era la primera que lo hacía, pero no pude saborearlo como me hubiera gustado, quizás era mejor así dado que no significaba nada para él.

Me arrastró hacia una zona del campus que estaba desierta y nos sentamos en un banco. Me miré las manos que estaban algo temblorosas y cogí aire varias veces, estaba muy nerviosa.

—Noa... —susurró Andrew. Cerré los ojos con fuerza negando con la cabeza, pero él me levantó la barbilla para que lo mirara. Al abrir los ojos me topé con los suyos. En ellos había dureza y dulzura a la vez, una mezcla que parecía incompatible, sin embargo, me dio la fuerza necesaria para contarle mi historia.

—Nos conocimos a principios de año. Un día quedé con las chicas para pasar todo el día juntas en el centro comercial, poco después de que se reanudaran las clases. Fuimos a comer, de compras, nos hicimos la manicura. Entramos en una tienda para comprarnos unos vestidos para la noche, íbamos a salir de fiesta, y ahí estaba él.

...

—Este te queda genial —me dijo Emily dándome su aprobación al salir del probador—, está hecho para ti.

—Tiene toda la razón Noa, estás muy sexy. A ver si así ligas de una vez —me dijo Jess levantando sus cejas varias veces.

—Yo también creo que estás muy sexy —dijo una voz masculina detrás de nosotras.

...

—Hablamos un poco con él y con su amigo mientras hacíamos cola para pagar, me pidió mi número de teléfono y aunque me parecía atractivo no quise dárselo. Mis amigas desde luego no lo aprobaron, pero sorprendentemente lo dejaron correr. Empezaron a hablar de la fiesta a la que íbamos a asistir esa noche y... —dejé de hablar un segundo pensando en algo en lo que acababa de darme cuenta—. Ahora que lo miro con perspectiva creo que lo hicieron a propósito para que ellos lo escucharan ya que ambos aparecieron en esa fiesta.

Me giré hacia Andrew y vi que me observaba serio y expectante, pero sin decir nada así que continué.

—Yo no quería nada con él, pero me invitó a una copa y nos pusimos a hablar. Me cayó bien. Esa misma semana empezó a venir a buscarme a clase y me invitaba a comer o a cualquier cosa. Empezó a ser atento conmigo, me regalaba flores, me acompañaba a casa o a la biblioteca si tenía que estudiar. Y después de un par de semanas me pidió una cita seria. Acabé aceptando, me empezaba a gustar de verdad. Era bueno y amable, demasiado bueno para ser verdad. —Recordé con angustia.

Cogí aire y miré mis manos temblorosas fijamente antes de seguir.

—Empezamos a salir después de esa cita. Los meses siguientes fueron increíbles hasta finales de marzo que... empezó a comportarse de manera extraña, él decía que era por los exámenes, pero se pasaba los días estresado y nervioso. Empezó a ser más desconsiderado, no me hacía tanto caso, me llamaba solo cuando le interesaba.

» Un día canceló una cita porque estaba cansado y quería irse a dormir pronto, pero lo pillé en un club esa misma noche. Me enfadé con él por mentirme. Tuvimos nuestra primera pelea fuera de ese local, él estaba un poco borracho, yo estaba cabreada y sin saber cómo acabé acusándolo de serme infiel. —Volví a coger aire—. En ese momento cayó la primera bofetada... en la cara.

Miré a Andrew con miedo de ver su reacción, pero esta vez no me estaba observando, tenía puestos sus ojos en un árbol lejano. Abría y cerraba los puños y apretaba tan fuerte la mandíbula que estaba a punto de rompérsela. No me dijo nada así que continué hablando.

—Me dijo que jamás me sería infiel, que si volvía a acusarle de nuevo... —No tuvo que acabar la frase para que entendiera lo que quería decir. Suspiré cerrando los ojos—. Salí corriendo, llorando, asustada y confusa. Al día siguiente vino corriendo a suplicarme perdón dando énfasis a su borrachera. Empezó a comportarse como al principio, atento y encantador, así que a pesar de que desconfiara un poco, lo acabé perdonando intentando convencerme a mí misma de que él no era así, que nunca más volvería a hacerlo.

Mala decisión. Ese tendría que haber sido el momento de haberle dejado y salir huyendo de ese monstruo.

—Durante el Spring Break me fui con Emily y hablábamos por teléfono de vez en cuando, pero no demasiado. Pensaba que quizás con la distancia se asentarían las cosas de nuevo y que al volver todo sería como al principio. Pero estaba muy equivocada. Quizás al principio hicimos como que no pasó nada y las cosas iban más o menos bien, pero mayo... fue horrible.

Me atreví a mirar a Andrew a los ojos. Podía ver el dolor en ellos, la súplica entre querer saber más y esperar que no hubiera más que contar. ¿Empezaría a mirarme forma diferente ahora que sabía esta parte de mi vida?

—Andrew... yo... yo no...

Él puso una mano en mi mejilla, una caricia suave, alentándome a que continuara. Seguía sin decir nada y eso me ponía nerviosa. Andrew me soltó y alejó su mirada, como si estuviera preparando porque en el fondo sabía que ahora venía lo peor. Tragué saliva.

—Empezó un día suelto —susurré—, ni recuerdo qué dije para que se enfadara, hasta que siguió haciéndolo casi todos los días. Yo intentaba hacerle feliz, pero era imposible, siempre había algo que...—Algo que le hacía enfadar, era imposible cumplir esas expectativas. Mi piel se erizó antes de continuar—. Me dejaba moratones en zonas estratégicas del cuerpo para que nadie las viera. Emily sabía que algo pasaba entre nosotros, sin embargo, no sabía el qué, pensaba que simplemente estábamos pasando una mala racha. —Cogí mi manga y empecé a retorcerla con nerviosismo—. Comencé a ponerle excusas para no verle, lo último que quería era tener sexo con él... Pero Ryan...

Andrew se incorporó y se giró hacia mí de golpe. Esta vez no pude devolverle la mirada, no quería ver la decepción en sus ojos. A pesar de eso no me dijo nada, notaba su cuerpo tenso al lado del mío, que estaba temblando, no podía evitarlo mientras lo recordaba todo. No me gustaba pensar en ello, creía que lo tenía superado sin embargo se me cayó una lágrima mientras seguía hablando.

—La última vez que lo vi fue después de darle una patada en la entrepierna, la primera vez que intentó forzarme para... ya sabes. Me vino algo de lucidez supongo, le grité que se alejara de mí y salí huyendo mientras él intentaba recomponerse del golpe.

Esta vez sí miré a Andrew, pero él volvía a tener la vista fija en el árbol. Apretaba los puños con fuerza y podía sentir su ira saliendo de su cuerpo.

—Nunca llegué a cortar con él de forma convencional, pero pensé que se daría por enterado. Justo acabábamos de terminar los exámenes finales así que cogí el primer avión a Barcelona. Nunca les dije a mis amigas la verdad, estaba muy avergonzada. Desde entonces evito las fiestas para no encontrármelo y si lo veo me paralizo.

Andrew no apartaba la mirada del frente. Respiraba con dificultad y seguía apretando sus puños con fuerza. Estuvimos unos segundos en silencio, pero yo cada vez estaba más nerviosa.

—Andrew —susurré—. Di algo, por favor.

Él cerró los ojos apretándolos con fuerza.

—Voy a matarlo—siseó. Al abrirlos, me miró fijamente con una promesa en ellos—. Juro que la próxima vez que vea a ese hijo de puta... lo mato.