53| NOA

1.3K 53 0
                                    


Abrí los ojos pestañeando varias veces hasta que mis ojos pudieron enfocar bien. Estaba algo desorientada y no sabía identificar dónde estaba. El dolor de cabeza era descomunal y no podía recordar de dónde venía. ¿Qué me había pasado? ¿Dónde estaba?

Intenté incorporarme, pero todo mi cuerpo explotó en dolor y me dejé caer de nuevo con un gruñido de dolor. De repente noté algo moverse a mi lado y alguien apareció en mi campo de visión. Andrew me observaba con ojos soñolientos y preocupados.

—Hola —me dijo con voz ronca sin dejar de mirarme.

—Hola —susurré.

Observé mejor el lugar donde me encontraba, era una habitación pequeña con paredes blancas, una televisión colgada y alguna butaca en el lateral.

—Estás en el Hospital Ruby Memorial —dijo Andrew contestando mi pregunta silenciosa cogiéndome la mano con suavidad—. Ayer te trajo una ambulancia hasta aquí, llevas inconsciente hasta ahora. ¿Cómo te encuentras? ¿Estás bien? ¿Te duele algo?

—Me duele todo el cuerpo, como si me hubieran dado una paliza —dije sin pensar tocándome el torso con mi mano libre. Andrew no dijo nada y al girarme hacia él vi que me miraba furioso.

—Eso es porque precisamente te han dado una paliza —respondió con voz grave soltándome la mano y yo me encogí.

Entonces me vino un flash, me vi corriendo por la ciudad perseguida por Ryan y lo sentí, sentí cómo Ryan me ahogaba hasta dejarme en la inconsciencia. Toqué mi cuello con una mueca y lo observé salir de la habitación. Un minuto más tarde apareció detrás de una doctora.

—Buenos días Noa, soy la doctora Green. ¿Cómo te encuentras? —me preguntó amablemente.

—Bien, pero me duele todo el cuerpo.

—¿Qué te duele exactamente? —me preguntó mientras me revisaba.

—La cabeza está a punto de explotarme. Y aquí —dije señalándome el torso.

—¿Algo más? —insistió cerrando la máquina que registraba mi ritmo cardíaco.

—Un poco de dolor general en el cuerpo, pero eso es lo peor.

—Bien. Bueno, te diste un buen golpe en la cabeza y probablemente te has roto algunas costillas, por eso te duele tanto esta zona. He programado una radiografía para dentro de un rato. Enseguida te mando a una enfermera con unas pastillas para el dolor. Si te duele algo más o empiezas a sentir mareos o náuseas no dudes en llamarme.

—Lo haré, gracias.

La doctora se fue y miré a Andrew de nuevo. Estaba serio, de pie con los brazos cruzados observando a través de la ventana como si fuera lo más interesante del mundo. Estábamos en un silencio incómodo hasta que apareció la enfermera. Dijo que se llamaba Lilly, sonrió a Andrew cuando él le dio las gracias por una manta y a mí me dio unas pastillas con un vaso de agua antes de acercarme una bandeja con algo que se suponía que era el desayuno.

—Voy a llamar a los chicos para decirles que estás despierta. Se pondrán contentos de saber que estás bien —me dijo esta vez sin mirarme a los ojos.

Yo asentí y él empezó a caminar hacia la puerta para salir fuera a llamarlos.

—Andrew, espera —lo detuve—. Ven un momento.

Él se giró y se acercó a mi cama de nuevo sin decir nada.

—¿Has pasado aquí toda la noche? —le pregunté.

—Pues claro —me dijo mirándome a los ojos con una expresión de "como si tuvieras que preguntarlo". Sabía que era una pregunta estúpida pero después de cómo habíamos estado estos últimos días...

No me llames amor  (Serie «Solo tú I»)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora