No me llames amor (Serie «Solo tú I»)

34| NOA

AVISO IMPORTANTE!!!

⚠Cuidado, en cierto punto, este capítulo contiene lenguaje sexual explícito, aunque espero que no haya quedado muy vulgar. Así que, para personas sensibles, tened cuidado. 

🍍🍍🍍

Andrew consiguió que sonriera de nuevo. Me arrastró a la pista y me obligó a saltar, moverme y girar hasta que lo hiciera por mí misma. Llevaba una hora bailando después del incidente con Ryan que, para entonces, ya estaba más que olvidado. Solo él era capaz de conseguir algo así.

En ese momento la música cambió radicalmente y empezó a sonar una canción lenta provocando que me sintiera incómoda de repente. Dejé de bailar mirando alrededor, todos los que eran pareja se cogían y bailaban al son de la música. Yo miré a Andrew que me observaba con los ojos brillantes y le señalé la barra buscando un salvavidas.

—¿Quieres que vayamos a tomar algo? —le pregunté.

Andrew miró hacia donde señalaba antes de mirarme y negar con la cabeza. Cogió mis manos y las situó alrededor de su cuello antes de colocar las suyas en mi cintura apretándome contra él.

Apoyé mi frente en su pecho para que no viera el rubor de mis mejillas, sin embargo, él colocó un dedo en mi barbilla obligando a levantar mi cabeza hasta que nuestros ojos conectaran. Durante unos segundos me acarició con su mirada mis labios y en ese momento sentí mi boca seca. Pasé mi lengua por mi labio inferior y escuché un gruñido que venía de su interior. Andrew, sin dejar de mirar mis labios, volvió a coger mi culo, pero esta vez me acercó hasta su erección. Aspiré al notarla y Andrew respiraba con dificultad volviendo sus ojos fieros a los míos. Me acarició una mejilla con suavidad antes de coger un mechón de mi pelo y juguetear con él. Yo no me podía mover. En ningún momento habíamos empezado a bailar, aunque era mejor así porque mis pies estaban bloqueados en el suelo.

Lentamente fue acercándose a mis labios, sin dejar de mirarme a los ojos, hasta que los rozó sin llegar a besarme.

—Noa... —susurró mi nombre y gemí en respuesta.

Ese fue todo el aviso que me dio antes de atrapar mis labios con los suyos con fuerza. Respondí en el acto, era algo que deseaba desde hace tanto tiempo que no pensaba reprimirlo. Cogí su cabello y pasé mis manos por él despeinándolo por completo. Andrew me cogió del culo con una mano y del cuello con la otra haciéndose con el control del beso que iba creciendo de intensidad. Ninguno de los dos podíamos controlarnos, aunque pensaba que tampoco queríamos hacerlo. Mordí su labio inferior para poder coger algo de aire y escuché su gemido de placer. Abrí mi boca para él y enseguida se introdujo acariciando mi lengua con la suya. El beso era intenso y profundo, nunca nadie me había besado así antes y me dejé llevar totalmente. Por fin podía expresar todo el deseo, pasión, anhelo y amor que había sentido por él hasta ese momento.

Andrew se separó para coger aire, nuestros pechos subían y bajaban con rapidez en agitación. Me miró con seriedad, intensidad y deseo antes de acercar su boca a mi oreja haciéndome temblar.

—Te deseo... —susurró con esa voz ronca que me hacía estremecer—. ¿Me deseas?

Se apartó un poco para ver mi respuesta, pero no podía hablar, lo único que pude hacer fue asentir con lentitud automáticamente. Sus pupilas parpadearon y se mordió el labio inferior antes de soltarme. Se separó de mí dos pasos y me tendió su mano.

La miré dubitativa. Sabía lo que significaba, pero no tenía claro si quería hacerlo. Bueno, sí quería hacerlo, pero no debería. Sabía que no significaría lo mismo para él que para mí; para Andrew solo éramos dos amigos que nos atraíamos mutuamente. En cambio, yo estaba enamorada de él, sin embargo, no me parecía importante en estos momentos, dónde la atracción y el deseo era en lo único en lo que podía pensar.