31| NOA

1.4K 73 37
                                    

Este año, el 31 de diciembre estábamos de vuelta al campus. Los dos años anteriores los había celebrado con Emily y sus amigos de Connecticut, pero este año habíamos prometido todos los del grupo de la universidad pasar el fin de año juntos; menos Luke que no llegará hasta el día siguiente. Era increíble cómo mi vida había cambiado desde aquella noche donde Jess me preparó aquella emboscada. Yo no había querido ir a esa cita, pero aquella cita lo cambió todo. Mi vida había dado un giro de 180 grados. Me encantaba pertenecer a un grupo de amigos con los que poder contar. No solo las chicas, sino que ahora también estaban los chicos, y entre ellos uno especial: Andrew.

Había quedado con él para tomar un café esa misma tarde, justo antes de tener que arreglarnos para ir a la fiesta del club. Este año, las fiestas habían sido algo que intentaba evitar, pero estaba emocionada de poder ir a esta. Hacía tiempo que no me emocionaba tanto por salir y eso era buena señal. Ni una vez había estado pensando en Ryan en todas las navidades y no empezaría a hacerlo ahora.

Cogí la bolsa que tenía preparada encima de la cama con sus regalos sintiendo unos nervios de emoción como hacía tiempo que no sentía y me dirigí hacia el Coffe Place con unas ganas inmensas de volver a verlo. Habíamos estado hablando prácticamente todos los días por mensajes y algunas llamadas, pero no era lo mismo.

Ahí estaba, apoyado al lado de la puerta esperándome. Iba con esa chaqueta tejana que me encantaba cómo le quedaba y el pelo desordenado. Quizás me quedé observándolo más tiempo del necesario, seguí el movimiento de su mano libre resguardándola del frío en el bolsillo delantero de sus tejanos negros mientras miraba su teléfono. De repente, como si hubiera notado mi presencia, levantó la mirada y nuestros ojos se encontraron. No sabía si me había imaginado el brillo de emoción en el azul profundo de sus ojos, pero sí sabía que la sangre bombeaba por mis venas con más rapidez de lo normal, acelerando mi corazón cuando esa sonrisa tiró de sus labios.

—¿Vas a quedarte ahí mirándome como una acosadora o vas a venir a saludarme de una vez?

Sonreí ampliamente sintiendo que el calor se acumulaba en mis mejillas. Me había pillado, sin embargo, no me importaba mucho. Me acerqué a él encantada y nos fusionamos en un abrazo largo. Apoyé mi cabeza en su pecho deleitándome en el placer de sentirlo rodeándome por completo con sus fuertes brazos. Cerré los ojos oliendo su perfume. Era nuevo, imaginaba que un regalo de navidad, pero seguía siendo "muy él" y olía de maravilla. Noté un suave beso en mi frente que me derritió por completo.

En ese momento me di cuenta de que estaba en verdadero peligro.

—Hola Noa—susurró sin dejar de abrazarme.

—Hola —saludé sintiendo que mis mejillas seguían coloradas.

Al separarnos, me miró unos segundos con una pequeña sonrisa antes de dejar su mano en mi espalda baja para guiarme hacia el calor que nos recibió dentro del local. El sonido de la campana indicó que había un nuevo cliente, pero nadie salió a recibirnos. Andrew se apoyó con un codo en la barra mientras esperábamos a que alguien nos atendiera. Ninguno de los dos hablábamos, pero nos mirábamos con una intensidad con la que no estaba familiarizada, y aunque sentía una gran tensión envolviéndonos, no me sentía para nada incómoda. Bajó sus ojos a mis pies y me dio una sonrisa torcida a la vez que volvía a mis ojos.

—Vaya, vaya... No sabía que el rosa entrara dentro de tu repertorio de colores.

—Soy una chica imprevisible —contesté divertida—. ¿Sabes? Que te fijes tanto en mis converse es bastante espeluznante. ¿Es algún tipo de fetiche del que tenga que preocuparme?

Andrew se rio a carcajadas tan fuerte que un chico apareció detrás de la barra para atendernos. Me invitó él esta vez al café y después de recoger nuestros pedidos, y añadir mi toque de canela, nos acercamos a una mesa apartada. Era raro que hubiese alumnos en el campus así que el café estaba prácticamente vacío por lo que pudimos elegir el sitio sin problema. Andrew se sentó frente a mí quitándose la chaqueta. Yo lo imité.

No me llames amor  (Serie «Solo tú I»)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz