60| ANDREW

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—Estoy enamorada de ti. En presente —susurró.

El alivio me inundó. Asentí despacio mientras sus palabras hicieron que mi estómago revoloteara como nunca antes y me hicieron tener la seguridad definitiva de que esto era lo correcto. No sabía muy bien qué decirle así que simplemente empecé desde el principio.

—Como bien descubriste gracias a nuestros insultos...—Noa me lanzó una sonrisa cómplice—, Daniel y yo nos conocemos de antes. Era mi mejor amigo de la infancia.

—¿Qué? —gritó sorprendida—. ¿De la infancia?

—Dan y yo crecimos juntos. —Asentí—. Vivíamos cerca, fuimos al mismo colegio e instituto, pasábamos las tardes en su casa, en la mía o en la calle, pero siempre juntos. Era mi mejor amigo, éramos como hermanos.

—Espera... ¿Daniel es el chico con el que veías Harry Potter?

—Exacto...

—¿Y qué pasó para que os odiéis tanto? —me preguntó con el ceño fruncido.

—Lo que siempre pasa supongo... que apareció una chica.

—Una chica... —susurró repitiendo mis palabras. Yo asentí despacio.

—Daniel y yo íbamos a un colegio privado que iba desde primaria a secundaria. Arianna fue la chica nueva en el instituto. Los tres nos hicimos muy amigos en seguida, siempre estábamos por ella, cuidándola, era nuestra compañera de juergas. A principios de verano, justo después de graduarnos del último curso, ella y yo empezamos a acercarnos más y acabó gustándome. Me declaré y ella me dijo que sentía lo mismo por mí así que empezamos a salir. Dan estuvo todo el verano fuera así que no se enteró sobre nosotros hasta que volvió y nos vio. No le gustó ni un pelo, empezó a ponerse celoso, aunque siempre intentaba ocultarlo.

Observé a Noa antes de continuar con la historia. Me miraba sorprendida, con la boca abierta, al enterarse de que Daniel era mi mejor amigo.

—Para mí era perfecto porque los tres íbamos a ir a la misma universidad. Dan y yo compartiríamos habitación y tendría una novia preciosa. Pero eso duró poco.

—¿Qué quieres decir? preguntó frunciendo el ceño de nuevo.

—Después de un par de semanas aquí Arianna empezó a comportarse de forma extraña, no sabía que pasaba así que a pesar de que insistí en saberlo ella siempre me decía que no era nada. Yo se le contaba a Dan y él también le restaba importancia, me decía que seguro era por la novedad de estar en la universidad, amigas nuevas, clases nuevas, etc. Así que simplemente dejé de pensar en ello.

Noa puso su mano en mi brazo en apoyo, animándome a que continuara. Yo cogí su mano, le di beso en la palma y luego entrelacé sus dedos en los míos. Mirándola me di cuenta de que todo lo de Arianna ya no me importaba nada y eso fue un gran alivio. Sonreí con ese último pensamiento antes de continuar.

—Un día Arianna me dijo que se encontraba fatal y que se iría a dormir muy pronto, habíamos quedado así que anuló la cita diciéndome que necesitaba descansar. A veces le daban migrañas así que pensé en que podría ir a su habitación a cuidarla un poco. Pero al abrir la puerta me la encontré con Dan en su cama.

—¿Qué? —gritó incorporándose de golpe por la sorpresa. Puso una mueca de dolor y yo la volví a colocar bien poniendo mala cara, si seguía así no se le curarían las costillas. Ella me lanzó una sonrisa de angelito, pero la fulminé con la mirada descontento. Ella rodó los ojos y me pidió que continuara, así que eso hice.

—Mi novia me engañó con mi mejor amigo, qué tópico ¿no? —continué colocando bien su almohada y las sábanas para que estuviera cómoda. Vi que intentaba esconder una sonrisita y que no tenía nada que ver con mi historia—. Sin decir nada supe que nuestra relación se había ido a la mierda y sin escuchar a ninguno de los dos me largué de allí pitando y entré en el primer bar que encontré para emborracharme. Una chica empezó a ligar conmigo y acabé tirándomela en el baño. Así empezó todo, en ese momento decidí no enamorarme nunca y que me enrollaría con cualquier tía, sin compromisos.

No me llames amor  (Serie «Solo tú I»)Where stories live. Discover now