No me llames amor (Serie «Solo tú I»)

38| NOA

Desde antes de las fiestas no había salido a correr y mis piernas lo sabían, se sentían algo resentidas conmigo, pero estaba tan confundida con todo lo que me estaba pasando que no sentía siquiera el dolor en ellas.

Acostarme y pasar la noche con Andrew había sido desconcertante pero también me había abierto los ojos en algo: quería tener citas de nuevo. No quería que por culpa de Ryan no pudiera tener lo que había tenido con Andrew. Sabía que con él todo era falso: dormir abrazados con su camiseta, luego ponerme más ropa suya, que me preparara mi café favorito, cocinar juntos, ver nuestra serie, pasar el día como si fuera lo más normal...

Sabía que lo había hecho porque éramos amigos y me conocía bien, sin embargo, no podía evitar pensar que me encantaría tener eso en mi día a día. Tener a alguien con quien dormir y con quien despertarme, que me prepara mi café favorito por las mañanas o yo el suyo, besarlo sin preocupaciones, contarle mis cosas y que me cuente las suyas, compartir bromas y secretos, todas y cada una de las cosas que hacías con tu pareja. Una de verdad y no Andrew. Sabía que él no quería comprometerse así que jamás tendría algo así con él por mucho que yo estuviera enamorada hasta las trancas.

Mis ojos se llenaron de lágrimas y quería pensar que era a causa del viento mientras trotaba por las calles desiertas del campus, pero no podía engañarme. Pensar en la probabilidad de haber perdido a Andrew para siempre dolía demasiado. Como si el destino quisiera castigarme, la canción de It's you de Ali Gate empezó a sonar en mis auriculares. Un nudo se formó en mi garganta y cerré los ojos un segundo antes de acelerar con rabia y frustración sintiendo cada palabra de la letra de la canción.

Ralenticé el paso cuando vi que estaba cerca del Coffe Place hasta frenar justo en la puerta con el pulso acelerado y la respiración agitada. Observé la entrada con nostalgia pensando la última vez que había venido aquí con Andrew en Navidad, pensando en todas las veces que habíamos desayunado en ese local juntos y en que era probable que no fuera a suceder nunca más. Ahora era una más de su lista enorme de conquistas a las que se follaba y olvidaba. Una punzada de dolor me atravesó el estómago con ese pensamiento, no quería ser una de sus amores, aun así, eso era en lo que me había convertido.

Entré y me pedí un café para llevar pensando en el momento en que Andrew me había preparado en su casa un café con leche, azúcar y canela, desde luego, podría haberme lanzando encima suyo y besarlo por todas partes, pero había tenido que contenerme.

Por mucho que amara a Andrew, necesitaba a alguien que sí quisiera todas esas cosas conmigo, alguien que le gustara y me gustara, así que era prioritario alejarme de él antes de que me fuera a romper el corazón, aunque sentía que ya lo tenía destrozado.

El apartamento estaba en silencio excepto por el sonido del grifo que provenía de la habitación de mi compañera de piso.

—Quiero volver a salir en citas con chicos —le dije a Emily en cuanto salió del baño con su pijama puesto. Estaba esperándola sentada en su cama y se sorprendió al verme y que eso fuera lo primero que le dijera. ¿Por qué tenía que estar tan adorable incluso recién levantada? Yo era una completa monstruosidad a su lado, sobre todo con las pintas que llevaba ahora después de haber estado corriendo media hora. Me miré las converses desgastadas que usaba para salir a correr con el ceño fruncido y mis mayas viejas, quizás era hora de comprarme algunas nuevas.

—Me alegro cariño —me dijo con una sonrisa tierna sacándome de mis pensamientos matutinos de baja autoestima —, ya va siendo hora. No todos los tíos son como Ryan, él es un imbécil que no supo apreciar lo que tenía. Sé que te hizo daño, pero no dejes que eso haga que dejes de conocer a otros chicos. Y Andrew... bueno, sabes cómo es y no tengo muy claro que él sienta lo mismo por ti... Pero hay algunos chicos dulces y muy guapos por el campus —me dijo levantando sus cejas varias veces.