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—el verano terminó—el señor Kang dijo mientras una fina lluvia caía sobre el campo. 

Yongbok estaba durmiendo en el sofá con su enorme gato mientras que Seulgi armaba un rompecabezas en la mesita ratonera, la señora Kang estaba preparando la merienda y Hyunjin estaba en el porsche con el señor Kang. 

—las vacaciones se me pasaron muy rápido—lamentó Hyunjin, todavía no hacia frío y era bueno oír el romántico sonido de la lluvia contra el delicado césped y las hojas de los arboles, e incluso sobre las laminas del techo. 

—supongo que hay que volver al trabajo—el hombre le dijo con diversión—¿cómo haces cuando están en la ciudad? —él preguntó con curiosidad. 

—¿hacer con qué?—fingió no saber a qué se refería y el señor Kang rio. 

—con nada—finalmente decidió decir, todavía viendo la lluvia. 

Él y Yongbok no estaban saliendo, pero ambos sabían que se atraían mutuamente y que si las cosas fueran más sencillas, entonces estarían juntos, sin embargo, no era así como era para ellos. 

—no quiero irme, voy a extrañar mucho tu comida—sollozó Yongbok contra los brazos de la señora Kang. 

—Seulgi no quiere, pero empezaré a enviar guarniciones para ustedes, tienen que alimentarse bien—aseguró mientras acariciaba su cabello rubio. 

Yongbok y Seulgi recién se irían a la siguiente noche, pero ya habían preparado sus maletas, Hyunjin por su parte, debería irse en la madrugada. 

La pasada semana había vivido una vida tan tranquila que por un instante se sintió una flor en el campo de los Kang, ninguna preocupación lo persiguió así como tampoco ningún guardaespaldas, le hizo replantearse muchas cosas que habían estado sucediendo en el último tiempo. 

—te daré algunas recetas para que puedas hacerlas en casa—la señora Kang le dijo a Yongbok. 

Hyunjin les miró y sonrió, estaba seguro de que su madre también amaría a Yongbok, pero ¿existía alguien que no pudiera adorarle? 

—quiero aprender a hacer postres—Yongbok murmuró, sirviéndose una galleta con relleno de limón—hmm, sabe bien, si Hyunjin tuviera un sabor, seguramente seria limón—dijo, tomándolo por sorpresa. 

Hyunjin se ruborizó y Seulgi le miró—¿por amargado y desagradable?

Yongbok empezó a reír alto junto a los Kang y Hyunjin suspiró—y yo creyendo que era algo bueno. 

—¡el limón es algo bueno!—aseguró Felix, ofreciéndole una galleta—el limón es una fruta honorable, se puede utilizar en comidas saladas o dulces, es refrescante en los días calurosos y es amigable en los días fríos cuando tienes un resfrío, además huele bien, no solo se ve el lado negativo de todo—rio el rubiecito, mirándole con cariño. 

Hyunjin rodó los ojos y tomó la galleta, la probó y sonrió—oh, tiene un buen sabor. 

—es lo que digo.

—parece que la lluvia no se detendrá ¿Chan estará bien manejando hasta aquí?—Seulgi preguntó. 

El idol de cabellos oscuros miró hacia los ventanales y asintió—dijo que lo estará, aunque espero que la lluvia se detenga pronto. 

La señora Kang preparó una gran cena para despedirlo, también empacó algunos bocadillos para que llevara al departamento y un poco para que Chan se llevara a casa, ella era muy amable y Hyunjin pudo ver como Yongbok se había encariñado tan fácilmente, seguro echaba de menos a sus padres que vivían tan lejos. 

Idol yongbok hyunlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora