Capítulo: 3 ✓

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Mi alarma suena puntual a las 7:30 am, marcando el comienzo de un nuevo día

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Mi alarma suena puntual a las 7:30 am, marcando el comienzo de un nuevo día. Con la responsabilidad de llegar a tiempo al trabajo, donde debo estar a las 9:30, siempre soy muy escrupulosa con los horarios. A pesar de mi aspecto relajado, considero que la puntualidad es una de mis virtudes.

Una vez despierta, Rocky, mi fiel compañero peludo, me da la bienvenida con cariño pasando su lengua por mis dedos de los pies. Juntos nos dirigimos al baño, como lo hacemos cada mañana.

Es en el baño donde me concedo el lujo de sumergirme en un generoso baño que me permite relajarme y prepararme para el día. Durante este tiempo, me tomo la libertad de lavar mi cabello y darle un toque especial a mi look habitual con unos rizos discretos que le dan un aire fresco y renovado.

Me maquillo un poco, solo lo básico: hidratante de labios con sabor a chocolate, una cremita para la piel, rímel a prueba de agua y gel para mantener mis cejas peinadas. No me echo rubor porque siempre tengo las mejillas sonrosadas.

Luego, voy hacia mi armario y saco un vestido azul oscuro que me queda ajustado al cuerpo, con un escote discreto y la espalda totalmente descubierta. Lo selecciono para la cena de esta noche y luego elijo la ropa que usaré hoy para el trabajo.

Opto por unos jeans negros que me quedan ajustados y una blusa color crema sin escote. Tengo el busto grande, así que obligatoriamente me tengo que poner sujetador, aunque no los soporto, ya que me dan mucho calor.

El camino a mi trabajo transcurre de manera tranquila y sin incidentes. No veo nada fuera de lo común, y el chico misterioso de ayer brilla por su ausencia. Es posible que solo esté de paso por aquí.

Ay ya Emma, pareces disco rayado con ese chico tan odioso, del que ni siquiera sabes su nombre.

En la oficina, Saraí, la amable recepcionista, me obsequia mi donut matutino y una reconfortante taza de café, gestos que siempre agradezco con una sonrisa. Sus pequeñas atenciones hacen que el comienzo del día sea más acogedor.

—Muchas gracias —agradezco sonriendo.

—Estás espectacular hoy, bueno, como siempre —me elogia con ese ligero rubor suyo en las mejillas.

—Tú igual —respondo sinceramente. Siempre he amado su forma de vestir y personalidad.

—¿Yo? —pregunta sorprendida.

—Claro, eres muy linda —le hago saber.

A pesar de tener un pelo castaño largo y unos lentes verdes que resaltan sus ojos y su tono de piel, Saraí parece tener problemas de autoestima.

A pesar de tener un pelo castaño largo y unos lentes verdes que resaltan sus ojos y su tono de piel, Saraí parece tener problemas de autoestima

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Roma: Al derecho y al revés, es amor © #1 [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora