Capítulo: 29✔️

135 17 2
                                    

No me quedo ni un segundo más en este lugar

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

No me quedo ni un segundo más en este lugar. No sé cómo me las arreglo para cargar a Mia con mi tobillo lastimado, pero lo hice y me subí en el coche que Leo le prestó a Nat para que yo pudiera llegar bien con Mia a esas horas de la noche.

Por el camino no podía parar de llorar en silencio, no dejaba de preguntarme en qué momento todo había cambiado tanto.

—Eso era lo que estaba por decirte cuando me estabas retocando mi maquillaje —Nat fija la vista en el espejo retrovisor para observarme.

—No te preocupes —me soplo la nariz con unas toallas desechables que traía en el bolso—. Tarde o temprano iba a pasar.

—¿Fue grosero? —pregunta, cuando el semáforo se volvió rojo.

Más que eso, fue hiriente.

~~~~~~~~~~~~~~~🦋~~~~~~~~~~~~~~~~

11:30 am. (28 de diciembre).

Me encuentro frente al sofá, perdiendo el tiempo de la manera más sana que existe: viendo Enredados con Mia.

—Te pareces mucho a ella —Mia mueve sus pequeños pies, concentrada. Habla muchísimo, es de esas personas que te sientas con ellas a ver una peli y terminan haciéndote preguntas de todo o contándola entera.

—Tal vez —contesto y continúo trenzando su cabello. Esta es la única manera existente en la que puedes peinarla tranquilamente, viendo películas o dibujos animados.

—Y ahí está Flynn Rider —señala en la pantalla—. Se parece al chico de ayer.

—Hola, mis pequeñas —interrumpe mi padre, sentándose a un lado de las dos—. ¿Qué hacen?

—Bueno, la pequeña Mia ya está lista para nuestro paseo al parque —finalizo la larga trenza que le estaba haciendo.

—Pequeña Mia, dejaste la mochila en la cama, ve a por ella —le recuerda mi padre y Mia hace lo que le pide, no antes de dejar un beso en su mejilla.

—Llegaste tarde ayer —su tono de voz que en un primer momento era cariñoso, es sustituido por la severidad que solo saca a relucir conmigo.

—Lo sé, no volverá a pasar —bajo la mirada. 
—Una jovencita como tú no puede andar a esas horas de la noche en la calle, y muchísimo menos con Mia.

Ya pedí perdón. Además, es la primera vez que pasa y la última, no pienso volver a salir de noche.

No le contesto más nada, pero aún así él continúa: —Eres una muchachita ingenua, cualquiera podría aprovecharse de ti —me toma de las manos—, el único que podría ayudarte con eso es Carlos y no le permites volver a tu vida —sus últimas palabras me dejan un sabor amargo en la boca.

Yo no necesito a Carlos para que me cuide de mí, ni a nadie. Ni siquiera soy ingenua como piensan.

El teléfono de la sala se hace escuchar rompiendo al fin ese momento de reproches.

Roma: Al derecho y al revés, es amor © #1 [BORRADOR]Where stories live. Discover now