✨Libro #1 de la bilogía "Roma"✨
La vida de Emma rayaba entre lo habitual y lo monótono, siempre bajo el ala protectora de sus padres, quienes la habían criado como hija única. Sin embargo, al acercarse a los 20 años, un cambio drástico llegará a su...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
No sé cuántos minutos llevo parada en la puerta de casa, pensando en lo que le voy a decir a mis padres.
Si es que voy a poder hablar, conociéndolos como los conozco, me van a comer a preguntas que ellos mismos se responderán discutiendo y no me van a dejar explicarme.
Acomodo mi pelo y me saco un mechón para que no se note la curita en mi frente.
Protégeme señor con tu espíritu. ¡Allá vamos!
Sorprendentemente, al entrar, toda el área de la cocina y sala están despejadas. Trato de llegar con la misma suerte hasta mi habitación, pero esta no me acompaña hasta allí.
—Emma Estelle Johnson —cierro los ojos al escuchar a mi padre pronunciar mi nombre completo con esa rigidez.
—Por favor, papá, no tengo ganas de discutir —suplico. Mi día hoy no ha sido nada fácil y me siento débil.
—No, si no vamos a discutir, tu madre y yo ya hemos hablado y hemos decidido ponerte un rígido castigo.
—Perfecto —directo al grano—. ¿Y qué será?
—Tienes totalmente prohibido ver a ese malandrín.
Ajá.
—¿Algo más?
—No vas a ir a trabajar...
—¿Pero y mi beca? —interrumpo.
—Trabajarás desde casa y Carlos vendrá todas las noches a recoger lo que hayas hecho durante el día.
Tenía que ser Carlos. Esto no es más que una estrategia de mis padres para volver a acercarme a él.
Después de ese momento, entro en mi cuarto y me deshago de el abrigo y de los zapatos como si tuvieran algún tipo de peste. Agarro mi móvil y decido pasarle un mensaje a Jonathan.
Emma: Mis padres me han castigado por un buen tiempo. Te quiero mucho.
Dándole toque al botón de enviar, entra mi padre a mi habitación.
—Ah, y esto no lo necesitarás —agarra el teléfono de mis manos.
—Pero papá...
—Pero nada, Carlos te traerá una laptop y ahí harás todo lo pertinente a tus deberes de el trabajo. Te estamos vigilando —me señala con ambos dedos de la mano derecha y luego los lleva a sus ojos.
Suspiro derrotada.
¿Qué más puedo hacer? Supongo que me lo gané por querer con locura a alguien.
~~~~~~~~~~~~~~~🦋~~~~~~~~~~~~~~~~
—Emmi —susurra Mia, descubriendo que estoy en el cuarto, tapada con las colchas.