Capítulo: 31✔️

137 20 7
                                    

No sé cuántos minutos llevo parada en la puerta de casa, pensando en lo que le voy a decir a mis padres

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

No sé cuántos minutos llevo parada en la puerta de casa, pensando en lo que le voy a decir a mis padres.

Si es que voy a poder hablar, conociéndolos como los conozco, me van a comer a preguntas que ellos mismos se responderán discutiendo y no me van a dejar explicarme.

Acomodo mi pelo y me saco un mechón para que no se note la curita en mi frente.

Protégeme señor con tu espíritu. ¡Allá vamos!

Sorprendentemente, al entrar, toda el área de la cocina y sala están despejadas. Trato de llegar con la misma suerte hasta mi habitación, pero esta no me acompaña hasta allí.

—Emma Estelle Johnson —cierro los ojos al escuchar a mi padre pronunciar mi nombre completo con esa rigidez.

—Por favor, papá, no tengo ganas de discutir —suplico. Mi día hoy no ha sido nada fácil y me siento débil.

—No, si no vamos a discutir, tu madre y yo ya hemos hablado y hemos decidido ponerte un rígido castigo.

—Perfecto —directo al grano—. ¿Y qué será?

—Tienes totalmente prohibido ver a ese malandrín.

Ajá.

—¿Algo más?

—No vas a ir a trabajar...

—¿Pero y mi beca? —interrumpo.

—Trabajarás desde casa y Carlos vendrá todas las noches a recoger lo que hayas hecho durante el día.

Tenía que ser Carlos. Esto no es más que una estrategia de mis padres para volver a acercarme a él.

Después de ese momento, entro en mi cuarto y me deshago de el abrigo y de los zapatos como si tuvieran algún tipo de peste. Agarro mi móvil y decido pasarle un mensaje a Jonathan.

Emma:
Mis padres me han castigado por un buen tiempo. Te quiero mucho.

Dándole toque al botón de enviar, entra mi padre a mi habitación.

—Ah, y esto no lo necesitarás —agarra el teléfono de mis manos.

—Pero papá...

—Pero nada, Carlos te traerá una laptop y ahí harás todo lo pertinente a tus deberes de el trabajo. Te estamos vigilando —me señala con ambos dedos de la mano derecha y luego los lleva a sus ojos.

Suspiro derrotada.

¿Qué más puedo hacer? Supongo que me lo gané por querer con locura a alguien.

~~~~~~~~~~~~~~~🦋~~~~~~~~~~~~~~~~

—Emmi —susurra Mia, descubriendo que estoy en el cuarto, tapada con las colchas.

—No estoy —farfullo.

Roma: Al derecho y al revés, es amor © #1 [BORRADOR]Where stories live. Discover now