Capítulo 2: Mary

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POV Brigette

La lluvia era horrible, lo cual no ayudaba a mi estado de ánimo, Mycroft estaba sentado conmigo en la sala de espera, se suponía que mi nuevo Jefe vendría por mí ¿Qué tan idiota sería este? Con todos los hombres que había trabajado el único que no me parecía un imbécil bueno, no tanto, era Mycroft, pero era algo que nunca le iba a decir. No ayudaría a que su orgullo creciera más.

Mucha gente estaba sentada al rededor de nosotros cosa que me pareció extraño para ser las 12:00 de la madrugada ¿Quién diablos quiere estar despierto a las doce de la madrugada? Yo era la menos indicada para hablar de eso... Muchas veces George me había regañado por querer dispararle a la pared de mi habitación en la CIA, o tocar el violín desde las tres de la mañana o a la hora que me despertara, pero ¿Qué iba a estar haciendo? ¿Cantar como búho? Me recordé que tenía que hablarle a Mary para preguntarle a donde me podía quedar, así que tome mi teléfono y me levante.

— ¿A dónde vas? — Mycroft tenía cara de sueño, pero, no sabía por qué diablos seguía aquí todavía.

—Al baño ¿Y tú que no tuviste que haberte ido ya hace 30 minutos? — Él solo me observo, se levantó y tomó su paraguas.

—Tienes razón. Estaba esperando que dieras alguna señal de vida—Odiaba sus sarcasmos, eran tan acertados — Ahora ya sabes lo necesario. Cuando tengas donde vivir me avisas, para poder informarle a George.

—¡Gracias Mycroft! — Dije imitando el tono de una niña de 5 años — Ya vete arruinas mi vista.

Él solo rodo los ojos ante mi comentario, se dio la vuelta y se fue. Genial, ya no tenía que fingir ir al baño para poder hablar con Mary. Abrí la lista de contactos de mi teléfono, no me tarde mucho en encontrar el número de ella, mi lista de amigos no era muy extensa. Puse el teléfono en mi oreja escuchando el sonido que hace cuando está llamando a alguien, no me gustaba escucharlo, prefería los mensajes, pero en una situación como esta no había tiempo para mis preferencias.

—Hola ¿Quién es? — Escuche la voz de Mary al otro lado de la línea, no pude evitar sonreír, era un alivio que no hubiera cambiado su número de teléfono — ¿Hola?

—Mary, soy yo Brigette — Dije secamente no me encantaba pedir ayuda, siempre me había gustado más arreglármelas sola.

— ¡Brigette! ¡Hola! ¿Cómo estás? ¿Dónde estás? — Casi me reventaba el oído, por eso no me gustaban las llamadas y hasta ahora me daba cuenta.

—Estoy bien. Estoy en el aeropuerto de Londres — Algo que me habían enseñado en la CIA era no dar mucha información sino recibías nada a cambio — Mary necesito tu... ayuda — Por poco me atragantaba al decir lo último

—Claro qué sucede — Escuché un tono de preocupación seguramente pensó que estaba a punto de morir, no pude evitar sacar una sonrisa —¿Segura que estás bien?

—Sí, es solo que... Bueno como sabrás soy nueva en Londres y... Sería mejor si pudiéramos hablarlo en persona ¿no crees? —No quería que la gente que estaba a mi alrededor escuchara que estaba en las calles sin un lugar donde quedarme, estúpida de mí.

—Claro ven a mi casa para que hablemos mejor, la dirección es George Street numeró 432, piso 3, apartamento 216 c — Me memorice la dirección, no tenía nada en que anotarlo — ¿Tienes quién te vaya a traer?

—Sí, Muchas gracias te veo luego ¿Qué haces despierta tan temprano? ¿Espera, tuviste un bebe? — Susurré cuando escuché un llanto a lo lejos.

—Cuando vengas, te contaré mejor las cosas. Tengo que colgar te espero — No me despedí solo apague la llamada.

Me devolví a mi asiento a esperar a ¿Graham? ¿Georgiano? ¿George? Lestrade, ¿Por qué se tardaba tanto? Sino aparecía en menos de 15 minutos empezaría a dispararle a la pared de la sala de espera y llegaría a Scotland Yard de otra manera menos educada. Como no tenía nada más que hacer rebusque en mi equipaje, hasta que encontré lo que andaba buscando: Mi violín; un Stradivarius con nuevas cuerdas, suspiré, eso era algo que amaba. Tomé el arco entre mis manos, para dejarme llevar por la inspiración que me había golpeado de repente.

My Reflection (Sherlock) (En edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora