Capítulo 21. Bienvenido.

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POV Narrador

—Sabes que lo que estás haciendo también afectara a tu hermanito ¿verdad? — se fijaba muy bien en cada movimiento que el hacía... Pero Brigette era el problema principal del hermano mediano — Eso no es lo que haría un hermano mayor, Mycroft.

—Te estoy intercambiando una distracción por otra distracción — dijo, su hermano estaría a salvo, él estaría a salvo — Te la entrego a ella a cambio de que protejas a mi hermano.

— O sea, que luego de esto ella está a merced mío — una sonrisa apareció en el rostro del hombre que estaba sentado detrás del escritorio, había movido medio Londres para llegar a contactarlo — ¿No más protección?

—No — Contestó firmemente.

—¿No más ayuda?  — preguntó con los ojos pardos clavados en Mycroft.

—No — de nuevo muy confiado.

— ¿No más salvarle la vida? — su voz chillona le dio un escalofrió al regordete hombre.

—No — sintió que traicionaba a aquella niña que conocía en un callejón, que dejaba de lado sus pisadas en la CIA, que dejaba atrás en una sala de tortura a una pequeña — ¿Entonces el trato está hecho?

—Tal vez... No hemos hablado nada de tu hermano- se acomodó en su silla de cuero... subió los pies a su escritorio, para luego observarlo muy fríamente — ¿Qué gano yo de esto? Ella solo lleva dos meses en Londres.

—Sé que la, haz vigilado desde aquel accidente — el bajo los pies y se puso en una posición seria — Ella quedo muy débil y triste. Si quieres vengarte es el momento.

—Qué pasa si la CIA se entera que estás haciendo esto — los ojos pardos se movieron al vacío de la oscuridad —Qué pasa si tu hermanito se da cuenta.

—Nada. No se darán cuenta. Y tu podrás terminar lo que empezaste, al matar a su primer amor- él lo observo irónicamente — Y con mi hermano yo me arreglare luego.

—Mycroft ha sido un gusto hacer negocios contigo. Me has dado información de sobra. Me has dicho como asustarla... Has traicionado a tu protegida — El hombre de los ojos pardos, cabello cobrizo y figura delgada se levantó de su silla para dar por terminada la reunión.

—Puedes tocarla a ella, pero, deberás proteger a mi hermano, de cualquier amenaza... Aun de la más grande — aunque el hombre de ojos pardos no sabía de quién hablaba en la mente de Mycroft la imagen del Criminal Consultor flotaba.

— Sabes que así será, querido Mycroft. No tienes de que preocuparte, desde ahora negocios son negocios — El hombre regordete se levantó del asiento y tendió la mano, la delgada mano del otro hombre se la apretó.

—Negocios son negocios... Z — <<Brigette- suspiro— Es lo mejor para todos>>— También ha sido un gusto.

Z observó a Mycroft mientras le soltaba la mano. Miró cuando se dio la vuelta y tomaba camino hacia la salida de su oficina, cada paso que él daba era un sonido de victoria, era ganarle a la chiquilla sin piedad.

El regordete hombre miro por última vez a Z, antes de salir. Él sabía que el plan que había formulado no llevaría a nada bueno, pero, si ella desaparecía su hermano volvería a la normalidad. Lo único que podía pensar era el bienestar de su familia.

—Adiós — dijo cerrando la puerta detrás de él.

Z comenzó a reírse, se sentó de nuevo en su silla dejando salir toda la felicidad. Al mismo tiempo se mofaba de Mycroft. Las cosas empezarían a mejorar para él si sabía manejar la información que le habían llevado.

My Reflection (Sherlock) (En edición) Where stories live. Discover now