Capítulo 11. Los cuatro hermanos: Sobre Manila

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POV Brigette.

Se podría decir que irme caminando no había sido la mejor idea, ya solo faltaban 10 minutos para las 7:00 de la noche. Pero toda la culpa la tenía Bart's y sus lentos recepcionistas. A lo lejos logre distinguir las ambulancias junto con autos policiales, sentí un alivio tremendo, pensé que nunca llegaría hasta la escena del crimen.

No sabía por qué, pero el encuentro con Richard Brook me había dejado un sinfín de dudas, él solo era un hombre "normal" si es que se le podía llamar normal. Cuando estaba cerca de la escena note que Lestrade estaba muy alterado, movía los brazos de un lado a otro y daba gritos como loco. Me compadecí de la pobre alma que estaba soportando esos atropellos, hasta que vi que era Sherlock, toda la compasión que pude haber sentido se fue de vacaciones hasta el Tíbet.

John fue el primero en verme, así que, se acercó dejando a los otros dos peleando, vi como caminaba hacia mí el dardo tranquilizante de bestias, no le salude y mucho menos preguntarle cómo estaba eran cosas innecesarias. Solo le sonreí porque él me sonrió.

—Brigette, te tardaste muchos ¿Estas bien? — John estaba ¿preocupado? Por mí, era extraño sentir que alguien se preocupara por mí.

—Sí estoy bien — dije recordando que los había dejado en una charla privada- y cómo estuvo su charla.

—Muy bien. No es que no quiera contarte, pero, no solo es decisión mía — asentí dejando en claro que no me interesaba — Vamos te está esperando Lestrade.

Caminamos hasta la puerta de la casa en la que estaba tirado un cuerpo de una mujer, el mismo patrón a diferencia que esta no tenía ninguna bebida por ninguna parte, Lestrade y Sherlock estaban discutiendo acerca de no sé qué rayos. Lo único que entendía eran gritos de aquí y allá, me alteraron, cuando John entro en escena

— Ya chicas, cálmense, parecen mujeres — dijo levantando las manos para calmarlos, el enojo volvió al rostro de Lestrade cuando me vio a mí.

- ¡Y tú! ¡Acaso crees que es sencillo este caso, como para que te andes dando lujos de llegar tarde! ¡Siempre llegas tarde! — los gritos no me preocupaban, muchas veces me había tocado sufrirlos así que lo aprendí era: Si te gritan contesta relajado eso enfurece más al otro, y el otro queda como idiota — ¡¿Analizaste el vaso?! — la irritación en su voz empezaba a impacientarme.

—No, pasé la mitad de la tarde sacando el maldito permiso, para tener pase libre al Laboratorio — Sherlock frunció el ceño, di dos pasos atrás y sin querer pisé el cuerpo — Oh, así que aquí estas — Me agaché para poder revisar mejor el cuerpo. Deduje que era la tercera hermana, por el canal de la oreja, además de que no mostraba rasgos dominantes, en la mano izquierda justamente en el dedo anular estaba un anillo de compromiso, aquí había sido al revés el caso.

—Ella es la tercera hermana de cuatro, Samanta Evans — Enarque las cejas, vaya que los padres habían tenido tiempo además había acertado con el número de hija que era. John tenía una libreta en sus manos, me pregunte por qué diablos andaba una — Además estaba comprometida, y ella se estaba haciendo cargo de los otros dos funerales.

—Cuando, Sherlock interrogo al prometido — Greg ya se escuchaba más tranquilo, así que me levante dejando de ver el anillo de compromiso de la chica con una punzada de dolor en mi corazón — no dijo nada útil, pero no se ha descartado como sospechoso — cruzo sus brazos sobre el pecho, Greg me causaba gracia por muchas razones.

—No es importante, si el prometido la amaba o no eso solo arruina la esencia de lo que realmente quiero escuchar — Al fin el rey de los orgullosos ha hablado, no le tomé mucha importancia quería poder tener paz en mi cerebro.

My Reflection (Sherlock) (En edición) Where stories live. Discover now