Capítulo 24. El caso del Niño: Baño.

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—Mycroft — se escuchaban los nervios en la voz del Detective Consultor. Me levanté para irme a mi cuarto, me sentía muy confundida.

—Brigette, buenos días— el enojo en la voz de Mycroft podía palparse, estaba lo suficientemente cansada como para soportar a otro Holmes, me bastaba con el inmaduro de su hermano, asentí levemente evitando el saludo — veo que cada vez se llevan mejor.

—Sólo estábamos hablando de un caso — Sherlock se sentó en su sofá intentando mantener la compostura. Estaba recargada en la chimenea, la lluvia afuera era horrible, perfecta para cualquier asesinato.

Saqué mi celular mientras Mycroft se acomodaba en el sofá en el que Sherlock había estado antes, pensé que si quería reunirme con mi contacto debía planificar dónde y cuándo, un mensaje me pareció lo más apropiado. Pero no podía ser algo explícito.

Cuándo los arboles cantan.

¿Nos hablan verdades?

Vemos el aire.

Necesito tu amor.

Tu cálida vibración.

Ayuda en el corazón.

BC

Era algo sencillo, no pasaría mucho tiempo sin que ya obtuviera una respuesta, medite tres meses el mensaje antes de enviarlo por completo. Pensé que por mucho que me esforzara en dejar mi vida atrás... al contactarme con viejas fuentes me estaría atrayendo más problemas de los que ya tenía. Justamente por eso George nunca me dejaba sola en América. Siempre decía que era un pasado andante.

No era que yo llamara mi pasado, el pasado parecía perseguirme, ya fuera por un caso, misión, lo que fuera, a mí me servía el poder tener contactos como los que ahora estaba haciendo. Recordé que desde el día en que Mycroft llego a mi vida, todo se controlaba más de lo que había estado acostumbrada. Y no soportaba seguir las reglas, mientras algo no fuera justo. Defendía mi causa, por supuesto, muchas de esas ocasiones, en medio de la terquedad, yo sola me había hecho daño.

— Brigette me escuchas — Sherlock me estaba hablando con cierto toque de impaciencia— ¿Ya reaccionaste?

Asentí levemente, dándome cuenta cuan abstraída había estado.

—Creo que nadie te valora en Yard, ya sabes, para que te pongan casos como estos — dijo Mycroft levantándose  para caminar hacia la puerta — Deben verte como una pequeña y vulnerable secretaria — Me miró por última vez para luego ver a Sherlock — hablaré contigo más tarde.

Luego de eso se retiró. Me imagine golpeándole el trasero por las escaleras para verlo rodar y rodar... Ya que solo había sido una bonita fantasía caminé hacia el sofá largo, el sueño me estaba ganando la batalla y no permitiría que se fuera.

Sentí la mirada de Sherlock puesta en mí, puse los ojos en blanco esperando a que eso pudiera tranquilizarme. El ruido de la lluvia fuera parecía arrullarme, ya habiéndome acostado mis pesados parpados no dejaron lugar a que siquiera pudiera luchar. Lo último que escuche fue la voz de Sherlock diciendo algo, me pareció que había dicho <<Descansa>> pero obviamente era el sueño.

¥

Abrí mis ojos con un poco de pesar, no tenía ganas de levantarme aún. Me pare del sofá sin muchas ganas, un gritito de niña me despertó por completo. Inmediatamente supe que Rosie estaba presente, por lo tanto, Mary también.

My Reflection (Sherlock) (En edición) Where stories live. Discover now